Nuestro hermoso país está enriquecido por el costumbrismo, la tradición e idioma, en cada comunidad se puede identificar una forma de vida propia y cada una muestra el esplendor de lo que han recibido por herencia de sus antepasados.
EL 24 de diciembre a la media noche existe mucha emoción para colocar en el pesebre al niño Jesús, rodeados de familiares y amigos, pero el 31 de diciembre cuando termina el año viejo y se inicia el nuevo hay que pedir favores al cielo.
“Que no falte el abrigo y la ropa para toda la familia y hay que vestir al niño porque hay mucho frío”, decían las viejecitas de la Guatemala de antaño.
El cronista de la ciudad de Guatemala Miguel Álvarez Arévalo, hace referencia que el vestir al niño es un hecho de piedad, pero a la vez se le pide un favor al niño que se origina según el color que se elija para vestirlo; cada uno representa un sentido espiritual o la creencia popular que influye para regalarnos algún tipo de bienestar, porque cada color tiene su significado. Por eso, al niño se le solicita una gracia.
Antiguamente lo que se utilizaba era el faldón del bautismo. En algunos lugares se mantiene la costumbre hasta la fecha de bautizar así a un niño o una niña, y se puede hacer referencia de los bautizos de la realeza que visten a los menores de edad con el faldón blanco muy largo.
En las pinturas antiguas por lo general se observa a los niños vestidos con el faldón para su bautizo, pero en Guatemala que es un país de tanto ingenio y creatividad se sustituye por vestiditos y es aquí donde surgen las modistas del niño, quienes por varios meses del año confeccionan a la medida según el tamaño de la imagen del niño Dios.
Para su confección se utilizan diferentes telas como el satín, los encajes y los listones, y también hay personas que tiene la paciencia de tejer usando la lana. Con el paso del tiempo la costumbre ha variado y la figura del niño Dios pueden ser vestido como el Papa. También existen prendas como las que usan los sacerdotes, y en algunos casos se recurre a nuestra cultura indígena y es donde podemos ver la riqueza de algún traje maya en los nacimientos.
Para el cronista de la ciudad, el hecho más importante dentro de la cultura tradicional de Guatemala para el cambio de año es vestir al niño.