Una inteligencia artificial deshonesta secuestra al hijo del famoso jugador de baloncesto LeBron James, quien luego tiene que trabajar con Bugs Bunny para ganar un partido de baloncesto.
Warner Bros. tardó 25 años en hacer una secuela de Space Jam, la película de Live Action de 1996 que unió a un escuadrón de dibujos animados con Michael Jordan en el apogeo de su fama.
Bugs Bunny tarda 25 minutos en abrirse camino en esa secuela, convirtiéndose en el primer Looney Tune en aparecer en esta película de Looney Tunes.