La cáscara de plátano es una forma fácil y económica para cuidar de tu cutis. Es perfecta para combatir varios problemas de la piel.
El plátano o banano, es una fruta rica en fibras, carbohidratos, potasio, vitamina A y vitamina C convirtiéndose en un alimento esencial dentro de cualquier dieta saludable.
Con ella podemos elaborar remedios caseros para tratar aspectos tan variados como el acné o los dolores de cabeza.
Gracias a la luteína, contenida en mayor proporción en la cáscara del plátano, limpiaremos el cutis a profundidad y eliminaremos cualquier impureza.
Un truco estupendo para hacer desaparecer esos molestos granitos. En primer lugar limpiaremos el rostro, escogeremos un plátano maduro y frotaremos su cáscara a lo largo de 10 minutos.
Cuando veas que la sección tomada cambia a un color amarronado, coge otra porción y repite el proceso hasta finalizar el tiempo. A continuación, deja que repose la piel tanto tiempo como puedas (desde media hora hasta una noche completa) y vuelve a limpiar el cutis aplicando los productos habituales.
Utilizaremos trocitos de la cáscara estratégicamente colocados en las zonas más sensibles de la cara para aprovechar la gran cantidad de potasio, hierro, magnesio y vitaminas A, B y E que contiene. Así, retrasaremos la aparición prematura de pliegues en la piel de forma efectiva.
Vamos a elaborar una mascarilla con cáscara de plátano, medio pepino y la pulpa de un mango macerados. La extenderemos por todo el área a hidratar y enjuagaremos con agua tibia.
Introduce trocitos de cáscara de plátano dentro del bote de champú o acondicionador que acostumbres a utilizar y lava tu cabello con normalidad.