Están las lesiones que se recuperan rápido, otras que se quedan por unos días y algunas que parecen encerrarse en el cuerpo de por vida.
Es una reacción para proteger el tejido lesionado. Las zonas más frecuentes van en relación a la de mayor uso durante el gesto deportivo. Un tenista tiene más tendencia a sufrir lesiones en el codo y la muñeca, un maratonista tiene mayor tendencia a sufrir lesiones musculares.
Controla el dolor. Aplíquelo tres veces al día, de 20 a 25 minutos en cada colocación. La idea es que penetre la profundidad de los tejidos y disminuya la inflamación. Si hay deformidad del musculo, es mejor consultar al médico.
Interprételo como disminución del ejercicio, no lo confunda con sedentarismo. Realice ejercicios de rehabilitación sugeridos por un especialista. Un grado leve de lesión muscular podíamos estar hablando de dos o tres semanas. No podemos pretender acelerar el retorno al campo, hay que respetar el tiempo de reparación de los tejidos.
La inflamación puede significar sobreentrenamiento o inconvenientes al practicar un deporte. Cuando hay lesiones repetitivas, el cuerpo avisa que algo está ocurriendo en el gesto o en la carga del ejercicio, sea por frecuencia o por intensidad. Cuando la inflamación es recurrente sobre la misma zona, posiblemente no ha habido el manejo adecuado en cuanto a la rehabilitación o el reposo.
El mercado ofrece productos que prometen milagros. Use la pomada recetada por el médico. Es cierto que algunos geles fríos alivian la lesión.
Puede tener un efecto positivo inmediato en el dolor, pero negativo en el tejido. Con los corticoides, a mediano plazo, ocurren recaídas fuertes.
Los tejidos responden de manera diferente a su función y a su oxigenación cuando consumes estas sustancias. La reparación se torna lenta, pues el licor desidrata el cuerpo.