El verano es una de las estaciones más favoritas por las personas debido a su ambiente agradable y cálido que permite asistir a las playas y lugares recreacionales.
Con el calor, llegó el cambio de armario y la ropa ligera y fresquita. Con el calzado ocurre lo mismo, los pies quedan al descubierto y muchas veces se opta por zapatos cómodos , sandalias o chanclas. No obstante, especialistas como Jorge Samané, quien es director de carreras del Instituto Daniel Alcides Carrión, explicó los problemas que genera usar sandalia de manera habitual.
Pero este tipo de calzado genera el doble de inconvenientes que ventajas:
1. No es adecuado para realizar largas o cortas caminatas, ya que se dan pasos muy cortos, arrastramos el pie y el tobillo realiza un esfuerzo mayor.
2. Al no llevar sujeto el pie se genera un desequilibrio, por lo que aumenta el riesgo de caídas y esguinces.
3. Pueden producir heridas entre el 1º y 2º dedo, debido al roce con la tira que sirve para sujetarla.
4. Generan un estiramiento de la fascia plantar, causando inflamación, dolor y cansancio.
5. Al tener una forma plana tiene pobre soporte plantar.
6. No es aconsejable realizar actividades deportivas y está prohibido su uso en la conducción.
7. Pueden producir «dedos en garra», por inadecuada sujeción.
8. Modificación del patrón de marcha, con las consecuencias biomecánicas que puede conllevar.
9. El pie está desprotegido; esto es, muy expuesto a agentes externos.
10. En personas más susceptibles, como por ejemplo las diabéticas, que a menudo sufren una inadecuada circulación en sus pies, cualquier herida puede conducir a graves complicaciones.
Pero no todo van a ser inconvenientes para este tipo de calzado, podemos y debemos comentar algunas ventajas:
1. Los pies pueden transpirar.
2. Afecciones como uñas encarnadas y pie de atleta se curan más rápido si el pie se mantiene fuera de un entorno estrecho y húmedo que nos proporciona el calzado cerrado.
3. Presentan facilidad para calzarse.
4. Protegen la planta de los pies de la arena caliente de la playa.
5. Fácil limpieza.
6. Es el calzado ideal para aislarnos de contagios por infecciones víricas (como el papiloma), y por infecciones fúngicas (como el pie de atleta) en las duchas públicas de playas y piscinas.
En resumidas cuentas, este tipo de calzado tiene una utilidad muy concreta y debe evitarse su uso inadecuado, ya que las ventajas pueden transformarse en patologías del pie a medio y largo plazo.
Con información de: ABC Binestar.com