Si te aburre beber agua puedes incluir trocitos de fruta o hierbas aromáticas para saborizarla y hacer su consumo más ameno.
Los médicos indican que beber 8 vasos de agua al día son necesarios para que los seres humanos se mantengan hidratados. Uno de los grandes beneficios que el agua tiene es que mejora la salud.
Si te propones beber más agua debes saber que este hábito se verá reflejado en una salud positiva.
El primer consejo para no olvidarte de beber agua consiste en acostumbrarte a llevar siempre contigo una botella llena de agua, al menos de un litro de capacidad, para llenarla dos veces al día. Esa botella te acompañará allá donde vayas, para que puedas ir tomando tragos sin perder tiempo y con la mayor comodidad.
Apúntate a la moda de los que ya van todo el día con su botella de agua.
2. Hielo y limón
Si te cuesta beber agua porque estás acostumbrado a tomar otras bebidas como jugos, café o bebidas gaseosas, deberás pasar por una especie de proceso de desintoxicación y acostumbrar a tu cuerpo a beber agua.
Una buena manera de empezar con este cambio consiste en beber el agua con hielo y limón, e incluso le podemos añadir unas gotas de estevia pura para endulzarla sin añadirle calorías.
Poco a poco iremos combinando esta limonada con agua sola.
Otra opción para que el agua sea más atractiva son las aguas saborizadas.
Consiste en poner a macerar frutas, flores o plantas aromáticas en el agua un par de horas antes de tomarla.
El efecto es muy visual y conseguimos bebidas con un ligero toque de sabor que nos ayudará a beber con más facilidad.
Si te acuerdas de beber agua solo al final del día, cuando ya es demasiado tarde para tomártela toda, te proponemos una solución práctica: ponte alarmas o recordatorios.
Estos te ayudarán a tomar tragos cada pocos minutos, en lugar de beber demasiada cantidad de golpe.
Una nota en tu lugar de trabajo, en la nevera o en la habitación, o bien las alarmas en el móvil cada cierto tiempo te ayudarán a incorporar este hábito a tu rutina.
Después no tendrás necesidad de utilizar ningún recordatorio.
Una manera de beber más agua es aumentar la sudoración de nuestro cuerpo para así tener más sed.
Y lo mejor para sudar consiste en practicar deporte de intensidad al menos dos veces por semana.
Con una sesión de deporte es probable que aumentemos la ingestión de agua en medio litro o un litro y sin ningún esfuerzo, ya que el cuerpo nos lo pedirá.
Los deportes al aire libre también son una excelente opción. Siempre acompañados de nuestra botella.
El momento más importante es en ayunas, cuando nos acabamos de levantar y todavía no hemos comido.
En este momento podemos beber, poco a poco, dos o tres vasos de agua a pequeños sorbos.
El resto del agua la tomaremos a lo largo de la mañana y de la tarde.
Si tenemos problemas para conciliar el sueño evitaremos beber a medida que se acerque la noche.
¿Sabías que muchas veces comemos aunque no tengamos hambre porque la confundimos con sed? Puedes hacer la prueba.
Cuando tengas hambre entre horas, bebe un buen trago de agua y espera un par de minutos. De este modo no solamente conseguiremos beber más agua, sino también controlar el peso y no comer de manera impulsiva.
También puede ayudarnos beber un vaso de agua media hora antes de comer, para así tomar cantidades más moderadas.