La búsqueda de una cura milagrosa contra el coronavirus está llevando a muchos a promocionar el uso de una polémica formulación química: el dióxido de cloro.
Es muy extraño que la amenaza de una enfermedad ocupe gran parte de nuestro pensamiento como sucede en estos días.
Sacerdotes católicos del turístico puerto de Acapulco, en el sur de México, ofrecieron este Jueves Santo la posibilidad a fieles de confesarse desde su automóvil, como medida para evitar contagios por el nuevo coronavirus.
A ritmo de reguetón, Cristiano Ronaldo muestra cómo se ejercita durante la suspensión del futbol por el coronavirus.
"Tiempos desesperados requieren de medidas desesperadas".
Pertenecía a casi todos los grupos de riesgo por los que el coronavirus podría afectarlo gravemente: era hombre, tenía 86 años y padecía 13 dolencias crónicas antes de contraer la grave enfermedad respiratoria.