La finalidad es que los profesionales de salud no se expongan al riesgo de infectarse.
Los problemas que enfrenta la red hospitalaria parecen no tener fin. La pandemia sigue poniendo en aprietos a los médicos que están en la primera línea de la emergencia quienes además de trabajar con recursos limitados ahora también deben contener a un grupo de pacientes que no está conforme con su hospitalización.
Si bien las mascarillas de papel y tela pueden ayudar a controlar la propagación del coronavirus entre el público en general, resultan insuficiente para el personal sanitario que trabaja en cuidados intensivos.
Siete de cada 10 médicos aseguran que no tienen la protección adecuada para prevenir contagios de covid-19.
Los pacientes del Hospital Roosevelt continúan llegando y ante el distanciamiento necesario para la atención del coronavirus, un grupo debió ser atendido en una carpa.