Esta semana, una investigación pública en Reino Unido escuchará los testimonios de padres de alumnos que perdieron la vida y de estudiantes de una escuela para niños discapacitados en la que más de 120 menores fueron víctimas de lo que se conoce como el peor desastre en tratamientos en la historia del Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés).