La familia real británica "no es racista", aseguró el jueves el príncipe Guillermo, siguiendo con la contraofensiva lanzada después de que su hermano Enrique denunciara conversaciones sobre el color de piel que tendrían sus hijos con la estadounidense mestiza Meghan Markle.
El palacio de Buckingham está bajo una fuerte presión para responder a las acusaciones de racismo vertidas por los duques de Sussex contra la familia real, un escándalo que amenaza con sumir a la monarquía en su peor crisis en décadas.
Oprah Winfrey dijo este lunes que el príncipe Harry aclaró que no fueron ni la reina ni el duque de Edimburgo quienes cuestionaron el color de piel de su hijo.
Los ecos de la entrevista concedida por el príncipe Harry y Meghan Markle a Oprah Winfrey se siguen sintiendo dentro y fuera de Reino Unido.
Thomas Markle, padre de Meghan puso en duda el martes las acusaciones de racismo vertidas por su hija y el príncipe Enrique contra la monarquía británica, asegurando que está "decepcionado" por la impactante entrevista que dio la pareja en la televisión estadounidense.
"Toda la familia está entristecida al conocer el alcance real de lo desafiantes que fueron los últimos años para Harry y Meghan", reza el comunicado.