No sólo se trató de cocinar, de hacer uniformes, de asistir a los heridos, de recolectar joyas y donar sus propio dinero y bienes para financiar la causa, sino de roles que muchas veces las ponían en peligro.
Un niño de tres años iba acompañando a la joven mujer que murió en el interior en su vehículo.
Primero sintió mareos y luego notó unos días de retraso menstrual. Pero Florencia Roldán nunca imaginó lo que le ocurría hasta que un médico de emergencia se lo sugirió.
Los autores del estudio observaron que, en los hombres, una peor respuesta de linfocitos T era un factor agravante de la enfermedad.
La ruta 40R se dirigía hacia el puente Atanasio Tzul sobre el bulevar Liberación.
El séptimo arte nos ha regalado partos de película, pero muchos de ellos no tienen nada que ver con la vida real.