El gobierno estadounidense acordó pagar US$125 mil a una migrante guatemalteca que sufrió abusos sexuales por parte de un agente de la Patrulla Fronteriza en 2016.
El sábado 26 de enero en la mañana, el cuerpo de Felipe Gómez-Alonzo regresó a su pueblo natal, Yalambojoch, enclavado en las montañas del norte de Guatemala, en la frontera con México.
El servicio de vigilancia de fronteras de Estados Unidos (CBP) anunció que llevará a cabo controles médicos a todos los niños bajo su custodia, tras la muerte en Nochebuena de un migrante guatemalteco de ocho años, el segundo fallecimiento de un menor en circunstancia similares.
Por al menos dos meses Wilson, de siete años, estuvo separado de su madre, María Antonia Larios Soto, quienes llegaron a la frontera estadounidense en mayo de 2018 huyendo de la violencia y en busca de oportunidades para superarse.
El servicio de vigilancia fronteriza de Estados Unidos dijo este miércoles estar desbordado por el "enorme flujo" de familias migrantes que llegan a través del límite con México y pidió al Congreso más fondos para atención sanitaria, tras la muerte de un segundo niño migrante bajo custodia.
Cuarenta y nueve guatemaltecos fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza al cruzar la valla en el condado de Yuma en Arizona, Estados Unidos.