Miles de personas participaron en el cortejo, mientras el Semáforo de Alertas muestra un repunte de localidades con alto contagio.
Más allá de los sucesos inesperados, los cortejos procesionales han sido parte de una cultura religiosa que vibra desde hace cinco siglos en Guatemala.
El papa Francisco reflexionó en 2018 sobre la importancia del ayuno como fortaleza para el espíritu del creyente.
Los campamentos de Conred que mayor actividad registran son los de Semuc Champey, en Alta Verapaz; Río Dulce, Izabal; y Tikal, Petén.
Los guatemaltecos cumplen con la tradición de recorrer siete iglesias para visitar igual número de Sagrarios en la noche del Jueves Santo en medio de medidas especiales para evitar la propagación del coronavirus.
Guatemala vive la segunda Semana Santa consecutiva sin cortejos procesionales, pero la devoción sigue irradiando.