La agencia oficial Sana indicó el jueves de madrugada que algunos misiles israelíes lanzados contra el territorios sirio golpearon bases militares, un depósito de armas y un radar militar, sin precisar la situación.
Las declaraciones del mandatario ruso tiene lugar en medio de un creciente pulso entre los dos países, luego de que Estados Unidos, Francia y Reino Unido atacaran el sábado tres objetivos del gobierno sirio.
El ataque de Estados Unidos, Reino Unido y Francia contra Siria fue más intenso que le que Washington llevó a cabo en 2017.
El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, aseguró que el bombardeo sobre Siria realizado el fin de semana acabó con los restos de confianza que tenía Moscú hacia Estados Unidos, Reino Unido y Francia.
El gobierno del presidente Bashar al Asad criticó los ataques de los aliados occidentales y afirmó que estos apoyaban el "terrorismo" en Siria.
Los objetivos de la misión de Estados Unidos en Siria "no han cambiado", aseguró la Casa Blanca este domingo, reiterando que el presidente Donald Trump quiere que sus tropas regresen a casa lo antes posible.