Guatemala necesita repensar el modelo económico para no depender tanto de las remesas
Se tiene que repensar el modelo económico Guatemalteco que descansa en la economía informal, la agricultura y la mano de obra no calificada y al bajar las remesas el efecto será explosivo para la economía.
En el 2017 Guatemala registró un incremento en remesas de 14.4% que contribuyó a cerca de la mitad del crecimiento económico, según el Doctor Manuel Orozco, Director del Programa Migración, Remesas y Desarrollo, del Diálogo Interamericano.
Para este año se preveé que el comportamiento será similar, con crecimiento en función de tasas migratorias fuertes de Centroamérica y El Caribe y de un aumento en el volumen de dinero enviado por migrantes como medida de precaución ante el temor al ambiente político en Estados Unidos, tal como sucedió el año anterior.
Pero esta situación podría durar menos de cinco años, pues hay un desaceleramiento del numero de personas que esta enviando dinero, aunque con volúmenes de momento más altos.
Guatemala es un país que depende en gran manera de la transferencia de remesas, lo que hace que esto sea un problema que requiere atención y acciones inmediatas.
Según Orozco, ¨Esto tiene que tomarse a manera de urgencia de repensar el modelo económico Guatemalteco que descansa en la economía informal, la agricultura y la mano de obra no calificada, y ante una situación en donde la migración caiga la gente va a volver con pocas o ninguna opción de oportunidades económicas y eso va a tener un efecto explosivo para la economía de este país¨.
Esto implica la creciente necesidad de desarrollar opciones para el desarrollo económico.
Un ejemplo de cambio de modelo económico es el caso de Costa Rica, que a finales de los 80 tenía el mismo modelo que hoy tiene Guatemala, pero decidió invertir más en educación, a principios de los 90 introdujó la maquilla y la economía del conocimiento con una alianza con Intel para manufacturar procesadores y equipo de computación con base de 5 mil personas como mano de obra calificada.
Esto ha llegado a Costa Rica a tener una capacidad competitiva que permite a sus habitantes tener ingresos promedio arriba de los US$ 12,000 anuales.
Otra manera de hacerlo es lograr que las remesas se transformen en inversión local.
Actualmente se tienen algunos proyectos en cooperación que intentan lograr que las remesas se utilicen más en inversión, para lograr que mejore la economía a largo plazo, sin embargo hace falta que más que intentos o proyectos aislados, el gobierno tome responsabilidad y se logren desarrollar políticas que permitan lograr más inversión local