Las empresas que se dedican a eliminar los piojos de la cabeza de los niños
Jane O’Brien
BBC
John, un adolescente, estaba estudiando en casa cuando un insecto cayó sobre su libro de texto.
“Durante unos 10 minutos no me di cuenta de lo que era y comencé a jugar con el bichito”, relató a la BBC el joven de 15 años que vive en Maryland, Estados Unidos.
“Finalmente entendí que era un piojo y que había caído de mi cabeza”.
El descubrimiento puso en marcha un ritual conocido para millones defamilias en el mundo.
Los padres de John compraron una loción en la farmacia y durante días “bañaron” la cabeza de su hijo con productos químicos.
“Pero no dio resultado”, señaló Jerri, la madre de John.
Es difícil encontrar estadísticas sobre este tema, pero las pocas que existen dejan en evidencia que la lucha contra los piojos es parte de la infancia de millones de niños.
Sólo en Estados Unidos, al menos 12 millones de niños al año están afectados, de acuerdo a los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, la principal agencia federal de salud pública.
Y en el Reino Unido, una encuesta en 2011 constató que un tercio de los menores de 16 había tenido piojos en los 12 meses previos.
Servicio 24 horas
Un gran problema es que los piojos se han vuelto resistentes a muchos de los productos químicos vendidos en farmacias.
La buena noticia es que ha surgido un nuevo fenómeno a ambos lados del Atlántico para aliviar el estrés de las familias: compañías especializadas en eliminar los piojos de las cabezas de los niños.
Un ejemplo es Lice Happens (“Los piojos suceden”), una empresa basada en Annapolis, la capital del estado de Maryland, una hora en auto de Washington DC.
La compañía, que acabó con los piojos de John, tiene incluso un servicio de emergencia 24 horas.
Los técnicos de Lice Happens van al domicilio de las familias. Y usan visores especiales con lentes de aumento, lociones libres de pesticidas y peines “profesionales” para eliminar las liendres o huevos de los insectos.
Hecho y ficción
Una sesión cuesta unos US$300 e incluye una inspección de todos los miembros de la familia.
Nancy Fields, quien fundó la empresa en 2008, dice a BBC Mundo que no sólo curan a los afectados por piojos: “También buscamos educar, porque hay mucha información que circula que no es correcta”.
“Enseñamos a los padres a inspeccionar correctamente la cabeza de sus hijos. Y si el problema reaparece en el futuro, ya tendrán método efectivo para combatirlo“.
“La sesión debe ser vista no como un gasto, sino como una inversión que se hace sólo un vez”.
Fields decidió crear su empresa luego de ayudar a su hermana a combatir los piojos de sus niños.
“Mi hermana estaba tratando por todos los medios posibles de eliminar los parásitos de la cabeza de sus hijos, pero no lo conseguía”.
“Incluso tuvo que tomar licencia sin pago de su trabajo para cuidar a los niños porque la escuela no les permitía asistir a clases con piojos“.
“Pensé que debía haber una forma mejor de enfrentar el problema y eso me inspiró a crear un servicio para ayudar a otras familias”.
Piojos
- No pueden saltar o volar, pasan de una cabeza a otra por contacto directo.
- Una infestación contiene en promedio 20 piojos.
- La hembra vive cerca de un mes y pone entre 5 y 10 huevos por día.
- Se alimentan con sangre del cuero cabelludo.
- Las larvas nacen después de 7 a 11 días.
Apoyo
Fields y su socia MJ Eckert han expandido su negocio vendiendo franquicias por unos US$29.000.
Actualmente hay ocho franquicias en distintas sitios de Estados Unidos, que emplean cerca de 50 personas.
“Somos muy selectivos a la hora de decidir si vendemos o no una franquicia”, afirmó Fields.
“No se trata simplemente de una tarea mecánica, sino de apoyar a familias que invirtieron una suma de dinero considerable. Y esta es una gran responsabilidad”.
“Asesinos de piojos”
En el Reino Unido, otra empresa con un modelo similar de franquicias es The Hairforce (“La fuerza del cabello”), que fue fundada en 2006 por Dee Wright.
La compañía, que Wright describe como “una fuerza de élite de asesinos de piojos”, usa una estrategia en tres fases.
Los empleados de The Hairforce usan en primer lugar una miniaspiradora para extraer la mayor cantidad de piojos posible.
Luego usan aire caliente, a una temperatura razonable, para deshidratar todos los huevos o liendres. Y finalmente aplican un acondicionador de cabello antes de retirar todos los huevos con un peine especial.
“El acondicionador elimina la energía estática y lubrica el pelo para evitar daños al cabello”, explicó Wright.
La primera sesión dura unos 90 minutos y cuesta cerca de US$120. Una semana después se repiten las tres fases en la segunda sesión que cuesta unos US$60.
Padres estresados, niños acosados
Wright estableció su negocio en el norte de Londres, pero la empresa ya se ha extendido a otros sitios del Reino Unido. La compañía tiene 30 empleados que tratan a “miles de personas cada semana”.
“Realmente satisfacemos una necesidad”, afirma Wright. “Vemos madres y padres que han gastado una fortuna en lociones caras que no funcionan”.
“Los padres que nos llaman suelen estar muy estresados con este problema ysus hijos sufren incluso acoso de sus compañeros en el colegio debido a los piojos”, asegura la fundadora de The Hairforce.
“Vemos a los niños transformados entre la primera y la segunda sesión. Los padres dicen que es como si hubieran recuperado a sus niños”.