Ciudad Guatemala

Mi cuerpo no quiere ser comentado, tocado o violado


El acoso callejero es una expresión de hombre en donde reafirman su posición de macho dominante reforzando estereotipos sociales.

  09 diciembre, 2016 - 12:48 PM

En el acoso callejero se cree que el cuerpo de las mujeres son objetos sobre los cuales se puede comentar.

El simple hecho de salir a la calle se convierte en una pesadilla para miles de mujeres que desde temprana edad comienzan a ser víctimas de silbidos, roces y manoseos que las afectan psicológicamente, disminuyen su sensación de seguridad en el espacio público.

En los últimos años, decenas de agrupaciones en América Latina han surgido como un espacio de denuncia, permitiendo legislar y crear conciencia sobre una de las formas más naturalizadas de la violencia de género.

En Guatemala existe el Observatorio contra el Acoso Callejero en Guatemala (Oacgt), una colectiva que propone formas de transformar la cultura violenta que ha normalizado el acoso como parte de la interacción en los espacios públicos.

Según una encuesta del Oacgt una de cada dos mujeres es víctima de estas agresiones.

Las prácticas de acoso sexual callejero son sufridas de manera sistemática, en especial por las mujeres, ocurriendo varias veces al día desde aproximadamente los 12 años, lo que genera efectos psicológicos negativos no sólo por hechos de acoso especialmente graves, sino por su recurrencia.

¿Qué piensan las mujeres del acoso callejero?

¿Por qué el ASC es violencia?

Oacgt explica que el acoso callejero genera un impacto psicológico negativo y que las personas, especialmente mujeres.  Los efectos del acoso se demuestran en acciones cotidianas de la víctima como:

  • Cambiar los recorridos habituales por temor a reencontrarse con el o los agresores.
  • Modificar los horarios en que transita por el espacio público.
  • Preferir caminar en compañía de otra persona.
  • Modificar su modo de vestir buscando desincentivar el acoso.
  • Evitar salir a los espacios públicos.

¿Qué prácticas son consideradas ASC?

  • Miradas lascivas
  • “Piropos”
  • Silbidos, besos, bocinazos, jadeos y otros ruidos
  • Gestos obscenos
  • Comentarios sexuales, directos o indirectos al cuerpo
  • Fotografías y grabaciones del cuerpo, no consentidas y con connotación sexual
  • “Echadas de mano”
  • Persecución y arrinconamiento
  • Masturbación con o sin eyaculación y exhibicionismo

Así sucede el acoso callejero

“Hay que tener claro que los piropos, el acoso callejero, las violaciones no son actos sexuales, sino son actos de dominación y poder”,  manifestó la escritora Vanessa Nuñez Handal, en una entrevista realizada en un show con Tuti.

En este contexto ella reafirma que que el acoso callejero es una expresión de hombre en donde reafirman su posición de macho dominante.

La raíz del problema está en la educación que se recibe en casa, en dónde se refuerzan los estereotipos de como debe ser el comportamiento de una “señortia descente” y un “machín” esta educación refuerza el sistema patriarcal, machista, misógino y se refleja en los altos indices de femicidio en Guatemala, indicó la comuicadora Mariola Álvarez para el programa.

Oacgt  dice que quienes manifiestan su incomodidad y rechazo tienen derecho a mostrar su incomodidad.Asimismo, quienes acostumbran a acosar, deben comprender que han confundido la coquetería y galantería con violencia sexual.

¿Qué hacer ante el acoso callejero?

La organización Stop Street Harassment afirma que no hay una forma ‘correcta’ para enfrentar a los acosadores, debido a que cada situación es distinta y muchos veces las víctimas tienen poco tiempo para analizar su ‘plan de defensa’. Ante esto, sugiere:

  • Responder a la agresión con calma, sin malas palabras ni agresiones, pero con firmeza.
  • Informar a las autoridades, esto hará que se tomen medidas que representen una consecuencia real para el acosador.
  • Informar al empleador. Si el acosador trabaja para una empresa plenamente identificada, llama o escribe a la compañía informando sobre el acoso.

Por todo lo anterior, las víctimas no deben sentir culpa o vergüenza por sufrir acoso sexual callejero, puesto que nunca es su culpa.

Lo importante es reflexionar de manera crítica y consciente, teniendo en cuenta que esta problemática afecta a personas particulares, pero responde a un fenómeno social complejo.

  • Por Mónica Juárez

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