En los países en desarrollo, se calcula que unas 214 millones de mujeres en edad de tener hijos desean posponer o detener la procreación.
Eso afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS), que señala, sin embargo, que esas mujeres no utilizan ningún método anticonceptivo moderno para llevar a cabo la planificación familiar.
Existen diversos motivos por los cuales no los usan.
Estos van desde el acceso limitado a los métodos anticonceptivos, temor a efectos colaterales en su consumo, oposición por razones culturales o religiosas, y hasta barreras de género, entre otros.
Si bien en América Latina y el Caribe, la prevalencia del uso de anticonceptivos es relativamente alta, el informe “Tendencias en la Anticoncepción en el mundo 2015” (Trends in Contraception Worldwide 2015), de Naciones Unidas señala que existen necesidades insatisfechas de anticoncepción en torno al 10%.
La OMS tiene una lista de 20 métodos anticonceptivos. Y de esa cifra, solo dos son para hombres.
Los métodos anticonceptivos masculinos se limitan al condón y la esterilización o vasectomía.
Estos métodos anticonceptivos de la OMS están divididos entre modernos y tradicionales. Empecemos por los primeros
1. Anticonceptivos orales en combinación (pastilla o píldora): contiene dos hormonas (estrógeno y progestágeno) y evita la liberación de óvulos por los ovarios.
Tiene una eficacia mayor del 99% si se usa de manera correcta y sostenida, y un 92% como se usa comúnmente.
2. Pastillas de progestágeno (minipastilla o minipíldora): contiene únicamente progesterona (sin estrógeno). Su función es hacer más espeso la mucosa del conducto del cuello uterino, lo que impide el encuentro de los espermatozoides con el óvulo.
Es eficaz en un 99% si se usa correctamente. Debe tomarse todos los días a la misma hora.
3. Implantes: cilindros o cápsulas pequeños y flexibles que se colocan debajo de la piel del brazo. Contienen únicamente progestágeno.
También hace más espeso el moco del conducto del cuello uterino, lo que impide el encuentro de los espermatozoides con el óvulo y evita la ovulación. Tiene una eficacia mayor al 99% y debe ser insertado y extraído por personal sanitario. Se puede usar durante 3 a 5 años, según el tipo.
4. Progestágeno en forma inyectable: se inyecta por vía intramuscular o bajo la piel cada dos o tres meses, según el producto. Hace más espeso el moco del conducto del cuello uterino, lo que impide el encuentro de los espermatozoides con el óvulo y evita la ovulación. Es eficaz en un 99% si se usa de manera correcta. Al dejar de usarlo, la fecundidad tarda en reaparecer (cerca de 1 y 4 meses en promedio).
5. Anticonceptivos inyectables mensuales: se inyectan cada mes por vía intramuscular y contienen estrógeno y progestágeno. Su función es impedir la ovulación. Tiene una eficacia del 99% si su uso es correcto.
6. Parche anticonceptivo combinado y anillo vaginal anticonceptivo combinado: libera dos hormonas de forma continua, una progestina y un estrógeno, directamente a través de la piel (parche) o mediante el anillo y su función es impedir la ovulación.
El parche y el anillo vaginal son métodos nuevos y los estudios sobre su eficacia son limitados. Los realizados hasta el momento señalan que pueden ser más eficaz que los anticonceptivos orales combinados cuando se utilizan de un modo correcto, advierte la OMS.
7. Dispositivo intrauterino (DIU) de cobre: es un dispositivo plástico flexible y pequeño que contiene una cubierta de cobre y se inserta en el útero. El cobre daña los espermatozoides e impide que se junten con el óvulo. Su eficacia es mayor al 99%.
8. Dispositivo intrauterino (DIU) de levonorgestrel: es un dispositivo plástico en forma de T que se inserta en el útero y libera diariamente pequeñas cantidades de levonorgestrel, que es una progestina sintética de segunda generación.
Hace más espeso el moco del conducto del cuello uterino, lo que impide el encuentro de los espermatozoides con el óvulo. Tiene una eficacia mayor al 99%.
9. Condón masculino: la cubierta que envuelve el pene erecto forma una barrera que supone una barrera para los espermatozoides. Tiene un 98% de eficacia si se usa de manera correcta y sostenida. También protege de las infecciones de transmisión sexual, en particular la causada por el VIH.
10. Condón femenino: se trata de un forro que se adapta holgadamente a la vagina que está hecho de un material plástico transparente, fino y suave. Forma una barrera que impide que los espermatozoides y el óvulo se junten.
Tiene un 90% si se usa correctamente. También protege de las infecciones de transmisión sexual.
11. Esterilización masculina (vasectomía): es una anticoncepción permanente por la cual se bloquean o cortan los tubos (conductos deferentes) que transportan los espermatozoides desde los testículos. Su función es impedir que haya espermatozoides en el semen eyaculado. Tiene una eficacia mayor al 99% después de la evaluación del semen a los 3 meses y entre 97% y 98% si no se evalúa el semen. Tarda en actuar unos tres meses. No afecta el funcionamiento sexual del hombre y es fundamental que sea una elección voluntaria y con conocimiento de causa, dice la OMS.
12. Esterilización femenina (ligadura de las trompas; salpingectomía): es la anticoncepción permanente por la cual se bloquean o cortan las trompas de Falopio. Provoca que los óvulos no puedan juntarse con los espermatozoides. Su eficacia es mayor al 99%. Es fundamental que sea una elección voluntaria y con conocimiento de causa.
13. Método de la amenorrea del amamantamiento: es un método de anticoncepción temporal de las mujeres que hayan parido recientemente que no han vuelto a menstruar. Exige el amamantamiento exclusivo de una criatura menor de 6 meses. Impide la ovulación. Tiene una eficacia del 99% si se aplica de manera correcta. Es un método temporal de planificación familiar basado en el efecto natural del amamantamiento sobre la fecundidad, aclara la OMS.
14. Píldoras anticonceptivas de emergencia (acetato de ulipristal, 30 mg, o levonorgestrel, 1,5 mg): son pastillas que se toman para prevenir el embarazo hasta cinco días después de una relación sexual sin protección. Su función es retrasar la ovulación. Si 100 mujeres tomaran la píldora anticonceptiva de emergencia de progestágeno solo, probablemente una quede embarazada y no altera el embarazo si este ya se ha producido.
15. Método de días fijos: consiste en determinar los periodos fértiles del ciclo menstrual (normalmente los días 8 a 19 de cada ciclo de 26 a 32 días). Impide el embarazo, si se evita el coito sin protección durante los días más fértiles. Es eficaz en un 95% si se usa de manera correcta y sostenida. Puede utilizarse para determinar los días fértiles si la mujer quiere quedar embarazada y todo lo contrario.
16. Método de la temperatura basal corporal: la mujer debe registrar su temperatura corporal a la misma hora todas las mañanas antes de levantarse, prestando atención a que se produzca un aumento de entre 0,2 ºC a 0,5 ºC.
Este método impide el embarazo si se evita el coito sin protección durante los días fértiles. Tiene un 99% de efectividad si se usa de manera correcta y sostenida. Cuando aumenta la temperatura basal y se mantiene alta durante tres días enteros, se ha producido la ovulación y el período fértil ha pasado. Las relaciones sexuales pueden reanudarse el cuarto día hasta la siguiente menstruación mensual, explica la OMS.
17. Método de los dos días: este método consiste en determinar los períodos fértiles, prestando atención a la presencia de moco cervical (si hay secreciones, tipo, color y consistencia). Esto impide el embarazo, si se evita el coito sin protección durante los días fértiles.
Tiene un 96% de eficacia si se aplica correctamente. Es difícil de aplicar si hay infección vaginal u otra afección que altere el moco cervical. El coito sin protección puede reanudarse después de dos días consecutivos sin secreciones.
18. Método sintotérmico: consiste en determinar los períodos fértiles prestando atención a los cambios en el moco cervical (textura transparente), la temperatura corporal (ligero aumento) y la consistencia del cuello del útero (ablandamiento).
El método impide el embarazo, si se evita el coito sin protección durante los días más fértiles. Tiene un 98% de efectividad si se usa de manera correcta. Podría ser preciso utilizarlo con precaución después de un aborto, alrededor de la menarquia (primera menstruación) y la menopausia (cuando ya no hay menstruación), y en situaciones que puedan provocar un aumento de la temperatura corporal.
19. Método del calendario o método del ritmo: consiste en observar el ciclo menstrual durante seis meses, restar 18 de la duración del ciclo más corto (primer día fértil estimado) y restar 11 de la duración del ciclo más largo (último día fértil estimado).
Se impide el embarazo evitando el coito sin protección durante el posible primer día fértil y el posible último día fértil, bien absteniéndose o utilizando un preservativo.
Tiene un 91% de efectividad si se usa de un modo correcto. Podría ser necesario posponer su uso o utilizarlo con precaución, si se están tomando medicamentos (por ejemplo, ansiolíticos, antidepresivos, AINES o determinados antibióticos) que pueden alterar el momento de la ovulación.
20. Marcha atrás (coitus interruptus): consiste en retirar el pene de la vagina antes de la eyaculación, cerciorándose de que el semen no entre en contacto con los genitales externos.
Con este método se trata de impedir que el esperma entre en la vagina para evitar la fecundación. Tiene un 96% de efectividad si se realiza de forma correcta.
Es uno de los métodos menos eficaces, porque a veces es difícil determinar correctamente cuando hay que retirar el pene lo que puede provocar que se eyacule estando este aún dentro de la vagina.