A Fernanda le tiembla la voz cuando recuerda el momento en que llevó a si hijo de 7 años al puente que conecta México con Estados Unidos.
Allí, le dió un beso y le dijo que caminara hasta que encontrara a los oficiales de migración.
Fernanda es una migrante de 27 años de Honduras que desde octubre acampa en la calle en Matamoros, Tamaulipas, bajo el programa Quédate en México.
Implementada por las autoridades mexicanas tras un acuerdo con el gobierno de Donald Trump, esta iniciativa también es conocidas como Protocolo de Protección a Migrantes (M.P.P., en inglés) y por ellas miles de migrantes están en México esperando respuesta a su proceso de asilo en EE. UU.
Su hijo, Gustavo, es uno de los centenares de niños que la Oficina de Reasentamiento de Migrantes de EE.UU. (ORR por sus siglas en inglés) reconoce en su custodia.
Según la ley federal de EE. UU. los menores solo pueden estar detenidos por un máximo de 72 horas y después tienen que ser puestos en albergues a cargo de esta institución.