La pandemia ha alterado de manera dramática la manera en que transcurre el proceso electoral de 2020 en Estados Unidos.
Las convenciones de los partidos han sido esencialmente virtuales. Los candidatos casi no hacen campaña en las calles.
Y las autoridades sanitarias imploran a los ciudadanos que voten por correo, en vez de aglomerarse en filas el día de las elecciones.
Se ha vuelto un lugar común decir que “nunca antes” se había llevado una elección en estas condiciones.
Pero algunos historiadores recuerdan que hace poco más de un siglo, en 1918, el país también fue a las urnas en medio de una pandemia global devastadora, la de la llamada “gripe española”. Y que algunas de las experiencias de entonces podrían dar indicios sobre lo que serán estos comicios.
“La pandemia de influenza de 1918 definitivamente tuvo un impacto en las elecciones de ese año”, asegura a BBC Mundo Alex Navarro, director asistente del Centro para el Estudio de la Historia de la Medicina en la Universidad de Michigan, Estados Unidos.
“Como se sabe, la peor oleada de la pandemia ocurrió al final del verano y continuó hasta el otoño y el comienzo del invierno de 1918, precisamente alrededor del final de la campaña electoral y del día de las elecciones”, agrega.
Ese año Estados Unidos no elegía presidente, pero tuvieron lugar las elecciones parlamentarias federales así como numerosas elecciones locales.
“Tal vez el mayor impacto sobre la elección fue que los candidatos en la mayoría de los estados y distritos locales no pudieron realizar mítines políticos debido a la prohibición a las aglomeraciones vigente en la mayoría de localidades”, dice Navarro.
“Antes de los días de la televisión y la radio, los candidatos ocupaban la mayor parte de su tiempo en hacer campaña en persona. Con esa opción descartada, las campañas rápidamente optaron por enviar material por correo y por el uso creativo de los reportajes de periódico.”
El otro impacto principal fue en los sitios de votación y en la participación del electorado, indica el experto.
En algunos pueblos y ciudades hubo problemas para conseguir que suficientes empleados electorales se hicieran presentes en las mesas de votación, ya que temían contraer la influenza.
Algunos municipios erigieron carpas en jardines y campos para ser usadas como recintos de votación. En la ciudad de Spokane, en el estado de Washington, los funcionarios electorales designaron inspectores para vigilar las mesas de votación y controlar las aglomeraciones, le dice a BBC Mundo Alex Navarro.
En algunos estados hubo discusiones acerca de posponer las elecciones, pero al final ningún estado tomó ese paso.
“Al final, la participación electoral fue de cerca de diez puntos porcentuales menos que en las anteriores elecciones legislativas, llegando a 40% del electorado, comparado con 50% en 1914”, dice el académico.
“La menor participación electoral fue con mayor probabilidad debido a la pandemia y al miedo que la gente tenia de congregarse alrededor de los puestos de votación”, agrega.
Una situación que, de repetirse en las elecciones de 2020, podría tener un impactante efecto en el resultado de los comicios de este año.
Algunos han advertido que una alta abstención electoral por cuenta del temor al coronavirus podría beneficiar los esfuerzos por reelegir al presidente Donald Trump.
Asistir a eventos electorales sin máscaras ni distanciamiento social se ha convertido en uno de los símbolos de los seguidores más fieles del actual mandatario, por lo que algunos observadores advierten que si esa tendencia se mantiene, y los votantes de Trump acuden con mayor fidelidad a las urnas, mientras que los opositores se quedan en sus casas por temor a la pandemia, eso podría marcar una diferencia en los resultados de noviembre.
Bajo esta misma lógica, los demócratas acusan al mandatario estadounidense de intentar hacer más difícil que se pueda votar a distancia mediante el uso del sistema postal, nuevamente asumiendo que un mayor grado de abstención electoral podría terminar beneficiando a Trump.
Si bien el impacto electoral de la pandemia se manifestó de manera más clara en las cifras de participación de la ciudadanía en las elecciones, hay estudios en Estados Unidos y otras naciones que buscan establecer si dicho impacto político fue más amplio.
Hoy se especula si la crisis del coronavirus habrá cambiado las creencias a largo plazo del electorado sobre temas como el rol del gobierno en la sociedad.
Algunos piensan que la pandemia de 1918 también tuvo un impacto significativo sobre el pensamiento político de la época en países europeos.
Un estudio académico publicado en mayo pasado por el economista Kristian Blickle, afiliado a la oficina de Nueva York del banco central estadounidense [Federal Reserve] sugiere que la fortaleza relativa del régimen nazi en las distintas regiones de Alemania en la década de 1930 está correlacionada en alguna medida con el impacto que tuvo la pandemia de 1918 en cada una de esas regiones.
Según ese estudio, las zonas alemanas que tuvieron mayores muertes per cápita por la gripe española en 1918 tendieron a votar más por partidos extremistas como los nazis en la década de 1930.
Por supuesto, nadie sabe cuál será el impacto final de la crisis del coronavirus en la vida política y electoral de Estados Unidos.
Los recuerdos de 1918 sugieren, sin embargo, que es difícil que un evento tan traumático como una pandemia no tenga un impacto significativo y duradero en la vida política de esta sociedad.