Las colas y compras compulsivas se han contagiado como pandemia por casi todo el mundo.
Las colas y compras compulsivas se han contagiado como pandemia por casi todo el mundo.
Desde que el nuevo coronavirus comenzó a hacer de las suyas fuera de China el mes pasado, millones de personas han inundado los supermercados y tiendas en busca de provisiones ante un futuro incierto.
Pero en Estados Unidos, las filas frente a los establecimientos y las compras de pánico no solo responden a los miedos a una larga cuarentena donde escasee la comida, los productos de primera necesidad… o el papel higiénico.
Según reportan los medios, no son pocos los que también han decidido comprar armas de fuego, cuya tenencia es un derecho consagrado en la Constitución.
Desde el fin de semana, informes de la prensa local y publicaciones en las redes sociales dan cuenta de colas en algunas tiendas de armamento en un país donde solo en 2019 hubo más tiroteos masivos que días en el año, según datos de la ONG Gun Violence Archive.
De acuerdo con los reportes periodísticos, se trata de estadounidenses temerosos por la incertidumbre que ha dejado el covid-19 por todos lados y que buscan estar “preparados” por si la situación “se va de las manos”.
Queues to buy guns in LA 😳
Buyers tell me they’re scared of what will happen if people run out of food and supplies, and they need to protect their families. We’re live on @TheTodayShow as #coronavirus panic hits LA. pic.twitter.com/2KqGPZfNo4— Amelia Adams (@AmeliaAdams9) March 15, 2020
David Chipman, asesor principal de políticas del Centro de Leyes de Giffords, una organización que estudia la violencia con armas de fuego en EE.UU., le explica a BBC Mundo que en otras ocasiones excepcionales se han reportado fenómenos similares.
“En EE.UU. estamos acostumbrados a que las crisis incidan en la venta de armas. Generalmente ha pasado en momentos cuando la gente teme que le puedan quitar el derecho a portarlas, como en tiempo de elecciones, pero también en respuesta a desastres como huracanes”, le dice a BBC Mundo.
“Forma parte de esa cultura de prepararse para el apocalipsis, para el ataque de los zombies, que está tan enraizada en la mente estadounidense y que es, lógicamente, una sobrerreacción”, agrega.
Pero ¿en qué medida ha llevado realmente el temor por los efectos del coronavirus a un aumento significativo de la venta de armas en EE.UU.?
Expertos y datos del gobierno consultados por BBC Mundo indican que más allá de los casos puntuales reportados por los medios y en las redes sociales no existe evidencia de que sea una tendencia generalizada en el país.
Al menos, no de momento…
Desde inicios de marzo, varios medios estadounidenses reportaron que dueños de tiendas de armas habían experimentado un aumento en la venta de sus productos entre la comunidad asiática en la costa oeste de EE.UU.
Según afirmaron, se trataba de una respuesta al temor ante potenciales ataques xenófobos contra personas de rasgos asiáticos, a las que algunos culpabilizaban infundadamente por la pandemia originada en China.
Con el paso de los días, otros medios han señalado que ya no se trataba solo de personas de ascendencia asiática sino que en estados como Florida, California, Ohio y Washington también habían aumentado las compras de armas entre estadounidenses temerosos de una crisis social.
Algunos dueños de tiendas y compañías de venta aseguran que sus transacciones se dispararon desde el mes pasado, cuando los casos de coronavirus comenzaron a crecer en EE.UU.
Datos proporcionados a BBC Mundo por Ammo.com, una empresa de venta de armas y municiones por internet, indican que los ingresos del sitio entre el 23 de febrero hasta el 15 de marzo pasado aumentaron en 309% en comparación con el periodo entre el 1 y el 22 de febrero.
Según la empresa, el 10 de marzo pasado, el día en que los casos confirmados de coronavirus en EE.UU. alcanzaron más de 1.000, las ventas aumentaron de forma “sin precedentes” en un 276%, una tendencia alcista que, dicen, se mantuvo hasta el fin de semana.
“Sabemos que ciertas cosas impactan las ventas de Ammo, principalmente eventos políticos o inestabilidad económica, cuando las personas sienten que sus derechos (a portar armas) pueden terminar siendo infringidos, pero esta es nuestra primera experiencia con un virus que lleva a un aumento de ventas”, opina la empresa.
La mayor parte de los informes que aseguran que se ha multiplicado la venta de armamento en EE.UU. a causa del coronavirus utilizan datos o aseveraciones de algunos dueños o compañías de ventas de armas, como Ammo.
Esto, según los expertos consultados por BBC Mundo hace que las estadísticas y afirmaciones que ofrecen deban ser tomadas con mucha cautela ya que es una parte interesada.
“No quiero decir que estén mintiendo, pero no podemos descartar que se pueda tratar de una estrategia de mercado”, opina Chipman, quien fuera investigador por 25 años de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) de EE.UU.
“Esa es una de las cosas que me preocupa en este caso, que la industria de armamento estadounidense esté tomando ventaja de esta situación para aumentar también sus ventas aprovechándose del miedo de las personas ante esta crisis por la pandemia”, dice Chipman.
Según considera, el hecho de que algunas tiendas difundan que muchas personas están comprando armas como medida ante el coronavirus podría o crear un “efecto de contagio” que lleve a más personas a querer imitar lo que otros están haciendo para sentirse seguros.
Matthew Miller, investigador del centro de armas de fuego del Harvard Injury Control Research Center coincide en que la actual crisis por el coronavirus puede ser utilizada por la industria del armamento para mejorar sus ventas.
“El uso del miedo para motivar las ventas ha sido uno de los factores que parcialmente han contribuido a la industria del arma en EE.UU. históricamente, ya sea el miedo al otro o el temor ante lo que pueda pasar en momentos de potencial caos social”, dice.
Según Miller, el hecho de que se hayan publicado imágenes de filas en algunas tiendas o publicado cifras de algunas compañías no indica que esto haya sido una tendencia generalizada en todo el país o en la mayoría de las tiendas de armas de toda la nación.
“Creo que es muy prematuro para determinar si se trata de casos puntuales, de algunas tiendas, en algunos barrios, en algunos estados o si es algo que va más allá y de lo que deberíamos preocuparnos”, dice.
“Aún tenemos muchas dudas: incluso en esas filas que hemos visto, ¿son personas que compran armas por primera vez o personas que ya tenían y que van a comprar otras? Si es el primer caso, sería más preocupante porque no hay evidencia de que puedan estar capacitadas para usar armas”, agrega.
Chipman explica que determinar el número de armas que se venden en EE.UU. es una tarea incierta dado que no existen datos en tiempo real en las agencias federales ni se manejan estadísticas sobre las ventas de forma privada.
“En este tipo de situaciones, uno de los elementos de los que nos valemos los investigadores son los registros que lleva el FBI de las solicitudes para la verificación de antecedentes que se publican de forma mensual”, indica.
Para comprar un arma de fuego EE.UU. solo es necesario un chequeo del récord criminal de la persona interesada que muchas veces se realizan de forma digital en las mismas tiendas y que tardan menos de un minuto.
Según los datos del FBI en febrero pasado, más 2.800.000 estadounidenses solicitaron su récord criminal ante el Sistema Nacional de Verificación de Antecedentes Penales Instantáneos (NICS), mientras en igual fecha del año anterior las solicitudes apenas alcanzaron los 2.053.886.
A simple vista, parecería un incremento notable, de casi 27%.
Sin embargo, según Chipman, esto no da cuenta real del número de nuevos antecedentes criminales solicitados el pasado mes para comprar armas, dado que en esas estadísticas se incluyen también las personas que van a renovar sus permisos o solicitan una licencia para portaras.
De ahí que, según el experto, se deben contrastar las verificaciones de antecedentes con los tipos de transacción de armas, para saber si el récord criminal se realiza para la compra o para algún otro propósito.
Los datos de NICS para febrero pasado muestran que si bien las solicitudes de chequeos de antecedentes para comprar pistolas supera en más de un millón las del año pasado, la cifra es menor a la que se reportó en igual periodo de 2017 y 2016.
Tipo de armas para el que se solicita el récord criminal | Febrero de 2020 | Febrero de 2019 | Febrero de 2018 | Febrero de 2017 | Febrero de 2016 |
Pistolas: | 719.327 | 601.380 | 661.669 | 717.930 | 848.215 |
Armas largas: | 400.040 | 355.744 | 434.373 | 421.678 | 468.229 |
Otros: | 57.887 | 43.426 | 46.931 | 33.386 | 35.535 |
Múltiples: | 26.769 | 23.882 | 26,698 | 26.698 | 28,741 |
“Si me pidieran caracterizar las ventas de armas en febrero de 2020, diría que parecen haber vuelto a los patrones de 2017 después del período previo a las elecciones de 2016 cuando se supo que Trump sería el presidente y por tanto, no cambiaría las leyes para portar armas”, opina.
Según Chipman, los cambios electorales, los tiroteos masivos y otros factores conllevan a que las ventas de armas se muevan en sus estadísticas entre un año y otro.
“Entonces, si miramos las cifras en los últimos cinco años, los datos que tenemos hasta ahora es que la venta de armas, hasta febrero de 2020, se estaba comportando como tradicionalmente ha sido“, señala.
El experto, no obstante, asegura que los datos también muestran que las ventas se han recuperado de los mínimos de 2019, pero indica que todavía eso no permite asegurar que hayan aumentado como resultado del coronavirus.
“Tendremos que esperar hasta que se publiquen los datos de marzo para asociar sus resultados con el miedo causado por la pandemia”, indica.