Panamá es uno de los países que mayor número de casos de coronavirus ha reportado por millón de habitantes en la última semana y el primero, por mucho, de América Latina.
Solo el miércoles, la nación, de apenas cuatro millones, registró 960 nuevos casos de covid-19, para un total de 41.251, mientras las muertes eran 819, según datos del Ministerio de Salud (Minsa).
Un análisis del equipo de datos del diario The New York Times muestra que es el país de la región con más casos reportados por habitantes en los últimos siete días, por encima de otros como Brasil, Chile o México, con mayor número de contagios pero también mayor población .
Incluso si se compara con países que tiene una población similar y se encuentra en la misma área, los casos en Panamá son mucho mayores: Costa Rica, por ejemplo, con casi cinco millones de habitantes, solo había reportado hasta el miércoles 5.836 casos y 24 muertes.
Y es que el número de nuevos contagios diarios en Panamá pasó de mantenerse en 200 en los primeros meses de la pandemia a rondar los 1.000 en las últimas semanas.
Según ha explicado el Minsa, el aumento de casos era algo que se preveía como parte de la reapertura, pero lo que no se esperaba era que el aumento se diera “con esta preocupante magnitud”.
Durante las semanas que han transcurrido desde que Panamá suavizó las restricciones de la cuarentena en un intento de reactivar gradualmente su economía, las infecciones por covid-19 se han multiplicado, especialmente en comunidades originarias y en los barrios más densamente poblados de la capital.
“Actualmente, la mayor velocidad de transmisión está siendo reportada en áreas indígenas de la comarca Ngabe Buglé y Bocas del Toro, además de las comunidades en la periferia de las grandes ciudades de Panamá”, le explica a BBC Mundo el epidemiólogo y académico panameño Arturo Rebollón.
De acuerdo con el también investigador en salud pública, en esos lugares el Rt (el número de personas a las que un individuo puede pasar un virus) está por encima de 1,8 y “esdonde vamos a ver un 80% de incremento de infectados por semana“.
“Este incremento de infectados puede sobrecargar rápidamente los hospitales de estas regiones por tener pobre acceso a salud, alta inequidad social y baja disponibilidad de camas hospitalarias”, agrega.
Desde finales de marzo, Panamá había logrado mantener en cerca de 200 los nuevos casos diarios reportados gracias a una estricta cuarentena que fue incluso cuestionada por separar los días en que hombres y mujeres podían salir a la calle.
Pero en mayo la cuarentena se suavizó y ya para mediados de junio, los nuevos casos rondaron los 800.
El 24 de junio el presidente, Laurentino Cortizo, destituyó a su ministra de Salud, Rosario Turner, aunque sin atribuir la decisión al aumento de las cifras.
Las restricciones fueron retomadas en zonas de la capital desde el mes pasado, pero a inicios de esta semana el país llegó a registrar más de 1.000 contagios por día.
El número de hospitalizaciones también se ha ido multiplicando, aunque en un promedio menor que en otros países.
“En las últimas semanas hemos visto una triplicación de los casos hospitalizados. Sin embargo, esta triplicación representa el 5% de los casos totales diagnosticados, esto significa que está por debajo del promedio internacional, que es del 10% al 15%”, señala el médico Rebollón.
No obstante, agrega que las cifras pueden ser preocupantes para el sistema hospitalario del país.
“Este 5% ha sido suficiente para sobrecargar el sistema de salud, porque estos pacientes están concentrados en dos provincias principales: la provincia de Panamá y la provincia de Panamá Oeste, que a pesar de que son las más grandes y las que tienen hospitales de mayor capacidad, no tienen suficientes camas para poder brindar la atención a estos pacientes”.
De acuerdo con el epidemiólogo, uno de los factores que han contribuido al notable aumento en los casos positivos está vinculado con la estrategia de diagnóstico que ha utilizado el país.
“Panamá es también uno de los países que realiza mayor número de pruebas per cápita“, señala.
Según cifras del Minsa, hasta este martes el país había realizado 150.542 pruebas de covid-19, de las cuales 107.269 habían sido negativas.
Rebollón señala que las medidas de rastreo para detectar nuevos contagios también pueden hacer que más casos positivos sean detectados.
“Se están haciendo acciones a nivel comunitario donde los equipos de salud están haciendo un seguimiento de casos y de contactos muchos más estrictos, en los que se identifican comunidades de alto riesgo y se hace un barrido de pruebas rápidas y se identifica un mayor número de casos”, sostiene.
El epidemiólogo considera que la reapertura también fue uno de los factores que ha conllevado a que el virus se propague con mayor facilidad al haber un mayor número de personas en la calle.
Luego de que los casos comenzaran a aumentar en junio pasado, el gobierno volvió a imponer la cuarentena obligatoria y a limitar las salidas de las casas por días y por sexos.
“Las provincias de Panamá y Panamá Oeste tienen restricciones de salida por sexos (mujeres salen lunes-miércoles-viernes y hombres salen martes-jueves-sábado). Toque de queda a las 5:00 p.m., y los domingos no se sale. El resto de las provincias solo tiene toque de queda de 7:00 p.m. a 5:00 a.m.”, explica el epidemiólogo.
El experto agrega que, ante el aumento de los casos, la nación ha tomado otras medidas para intentar reducir el impacto de los nuevos casos en los centros de salud.
“Se han actualizado hospitales que estaban atendiendo pacientes de otras patologías y se han destinado exclusivamente para manejo de covid. Se han reacondicionado salas de hospitalización para el manejo de pacientes más graves con áreas especiales de aislamiento”, indica.
Rebolledo agrega que también las autoridades están realizando reacondicionamiento de centros de convenciones y gimnasios para hospitalización de pacientes menos graves.
A principios de febrero, el gobierno panameño estableció un gabinete de crisis para diseñar una estrategia de contención y el 2 de marzo el Ministerio de Salud creó un grupo asesor independiente que empezó a realizar recomendaciones y guías para una potencial respuesta.
El pasado 9 de marzo, el Ministerio de Salud de Panamá identificó el primer caso de covid-19 en el país: una mujer de 40 años que había llegado de España.
Desde entonces, los enfermos se han multiplicado y la nación ha estado entre las que presenta mayor número de contagiados con respecto a su población en el continente desde entonces.