La reina Isabel II murió en su residencia de Balmoral a los 96 años, después de un reinado de 70 años.
Su familia acudió a su residencia de Escocia después de que los médicos expresaran preocupación por su estado de salud este jueves.
Tras llegar al trono en 1952, la reina Isabel protagonizó el reinado más extenso de la historia británica, marcado por su fuerte sentido del deber y su determinación por dedicar su vida al trono y a su pueblo.
“La reina murió en paz en Balmoral esta tarde”, anunció el Palacio de Buckingham la tarde de este jueves.