Fátima Cecilia Aldrighett Antón desapareció el 11 de febrero cuando esperaba a su familia al salir de clases. Una mujer desconocida se la llevó.
Días después, el pasado fin de semana, su cuerpo apareció con huellas de tortura dentro de un costal envuelto con una bolsa de plástico.
Tenía 7 años de edad.
El vocero de la Fiscalía General de Justicia de Ciudad de México (FGJCM), Ulises Lara, confirmó la identidad de la menor tras un examen genético del cadáver.
El cuerpo fue abandonado cerca de la escuela donde estudiaba y a unas calles de su casa, en el barrio de Tulyehualco en el sur de Ciudad de México.
El crimen causó indignación en el país. Desde la semana pasada existía una intensa campaña en redes para localizar a la menor.
Las etiquetas #Fátima y #JusticiaparaFatima fueron de las más vistas en Twitter, especialmente después de la aparición del cuerpo de la niña.
En esa red se publicaron cientos de mensajes con críticas a las autoridades de la capital.
Muchos cuestionaron la forma como la FGJCM abordó el caso.
Familiares de la menor denunciaron que en la Fiscalía se negaron en principio a recibir la denuncia de la desaparición, pues de acuerdo con sus protocolos es necesario esperar 24 horas para empezar la búsqueda.
Según la familia ese tiempo fue decisivo. “Si nos hubieran brindado realmente más apoyo mi hija seguiría viva”, dijo la madre de Fátima, Magdalena Antón.
“El mismo día que se perdió mi hija no se pudo levantar ninguna denuncia, la hicimos hasta el día siguiente”, expresó la mujer a medios locales.
El caso sacudió a las autoridades capitalinas. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, dijo que se investigará el proceso interno de la Fiscalía en el caso.
“Tiene que haber investigaciones y darse a conocer todo cómo fue, lo que ocurrió en ese primer período y hacer los cambios que deban hacerse”.
Hasta ahora lo que se sabe es que la niña esperaba a sus familiares fuera de la escuela el 11 de febrero, cuando una mujer se acercó, la tomó de la mano y empezaron a caminar.
El momento fue registrado en una cámara de seguridad de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, que se divulgó este lunes.
La grabación muestra a la mujer y la niña que caminan despacio durante varias calles.
El recorrido completo no quedó registrado pues varias cámaras de la zona no estaban en funcionamiento.
La policía encontró una casa donde al parecer entraron la mujer y la niña. Los ocupantes de la vivienda fueron interrogados.
Son las últimas pistas de la menor. A partir de ese momento nada se supo de ella, hasta la tarde del sábado 15 de febrero en que vecinos del barrio Los Reyes, en la alcaldía de Tláhuac, encontraron su cuerpo.
La fiscal Ernestina Godoy dice que en la zona donde se encuentra la escuela de donde desapareció la niña nadie conoce a la persona que se la llevó.
Los familiares de Fátima insisten en que se pudo evitar el crimen. “No es posible que hayan pasado todos estos días, que la familia haya tenido que dar todas las pistas y hacer el trabajo para encontrarla”, dijo Sonia López, tía de la niña.
“No es posible que se hayan perdido horas fundamentales para dar con ella. Pudo haber sido encontrada con vida y nadie nos hizo caso“.
Por lo pronto, la FGJCM ofreció una recompensa de 2 millones de pesos (unos US$109 mil) por datos para ubicar a la mujer.
En Tulyehualco, el barrio donde vivía la niña, sus vecinos y amigos preparan ya su funeral.