De “gas fitter”, que en inglés significa un reparador (fitter) de accesorios de gas pero que también se usa para describir a esa persona que arregla cañerías.
Así como gásfiter hay muchas otras palabras que el español tomó del inglés y las adaptó (o deformó) según su cultura.
No son necesariamente anglicismos (como son, por ejemplo, “cool”, “closet”, “clip”, “link” o “mouse”, palabras inglesas que hoy ocupan los hispanoparlantes) sino que son expresiones que de forma espontánea fueron tomadas por las distintas sociedades que hablan español y deformadas según su pronunciación, la mayoría de las veces sin importar cómo se escriben en la lengua original.
El omnipresente inglés ha influenciado a miles de lenguas alrededor del mundo pero la cercanía de América Latina con Estados Unidos hace que aquí esto sea aún más evidente.
“Es un fenómeno muy normal, cuando los hablantes de una lengua quieren traerse una palabra de otra lengua, lo más habitual es que la pronunciación, y luego su escritura, se adapta a la lengua de llegada, siguiendo sus moldes”, explica a BBC Mundo Carlos González Vergara, lingüista chileno y experto en morfología y sintaxis del español.
“Y pasa con todos los idiomas. El japonés, por ejemplo, también adaptó palabras inglesas, a la máquina de escribir le dicen Tappuraitā, que viene de tap writer”, agrega.
Para Fernando Zúñiga, experto en tipología lingüística y lenguas indoamericanas, existen diferentes tipos de préstamos lingüísticos y en algunos casos, incluso, el significado puede cambiar desde la lengua original a la de llegada.
“Los préstamos vienen de un contacto entre dos lenguas que muchas veces es profundo y prolongado. Y requiere que haya cierto bilingüismo, cierta parte de la población que conozca ambas lenguas”, dice.
“Pero cuando no hay un bilingüismo muy extendido, se dan mucho estas cosas como la palabra gásfiter u otras, que la gente las toma, adapta la pronunciación e incluso puede cambiarle el significado porque en realidad no conoce el original”, agrega.
Entre todos los periodistas de BBC Mundo, procedentes de distintos países hispanoparlantes, recopilamos algunas de las palabras más ilustrativas de este fenómeno.
Muchas de ellas no están incluidas en la Real Academia Española ni cuentan con una teoría sólida que respalde su supuesto origen, pero la creencia popular nos puede ayudar a descifrar ese misterio.
A continuación, te mostramos un listado de estas palabras tan particulares. ¿Se te ocurren otras más?
Bichicome: así se le dice a una persona indigente sin hogar en Uruguay. Se cree que su origen viene del inglés “the beach comers” (los que vienen de la playa) pues en algún minuto muchos de ellos pernoctaban en la zona costera.
Bistec: filete de carne de vacuno. Viene del inglés “beef (carne) steak (tajada o lonja)”.
Cotufa: en Venezuela se usa para decir palomitas de maíz y viene del inglés “corn to fry” (maíz para freír).
Cachai: la clásica expresión chilena para preguntarte si entendiste o no, viene del inglés “to catch” (captar, pillar).
Camarón: palabra con la que se denomina a un trabajo temporal en Panamá y que popularmente se cree que evolucionó del “come around” (pásate por aquí) que los estadounidenses de la Zona del Canal respondían a los panameños que les pedían empleo para ganar un dinero extra.
Cachifa: es una manera despectiva de referirse a la empleada doméstica en países como Venezuela. Se sospecha que su origen viene de “K-Chief” o “kitchen chef” (jefe de cocina).
Changüí: “dame un changüí” significa “dame una oportunidad” en Uruguay. Viene de la expresión “chance to win” (oportunidad para ganar).
Charcot: en Panamá significa atajo y viene del inglés “shortcut”. Por ejemplo, “tuvo que ‘charcotear’ para evitar el atasco”.
Chifear: también de Panamá; se usa para explicar cuando evades, ignoras o no haces frente a una persona o compromiso: “él me está ‘chifeando'”. Viene de “shift”, que significa desplazar o cambiar.
Escortei: así se le dice a una cinta pegante en Cuba. La creencia popular es que viene de “scotch tape”.
Esmoquin: en muchos lugares de latinoamérica se le llama esmoquin al traje masculino de etiqueta. El nombre proviene del inglés “smoking jacket” que tenía un significado distinto: era la prenda que se ponía sobre el traje común para evitar que el olor a tabaco impregnara el tejido al fumar.
Fotingo: carritos o vehículos viejos cubanos, viene de la palabra “foot it and go” utilizada en un slogan de la marca de autos Ford en 1908.
Guachimán: vigilante, guardián de barcos o rescatista, viene del inglés “watchman”.
Guaipe: masa de hilachas de algodón o de trozos de tela, que se utiliza para limpiar maquinaria, herramientas o pisos. Viene del inglés “wiper” (limpiaparabrisas).
Guagua: tiene distintos significados dependiendo del país. En Cuba se le dice guagua al autobús y, aunque hay distintas teorías, se cree que viene de las siglas Wa & Wa Co., la compañía americana que llevó los primeros autobuses a la isla. También se ha dicho que es una deformación de “waggon” (carro). En todo caso, en otros lugares guagua significa bebé o niño y, en esos casos, la palabra es heredada del quechua.
Hanguear: en Puerto Rico se usa para decir que vas a salir a divertirte. Viene del inglés “to hang around” (juntarse, andar con).
Jocho: expresión mexicana para referirse a los perros calientes. La palabra es una traducción directa del inglés “hot dog”. También se usa en otros países como Panamá o Puerto Rico.
Lonchera: recipiente o bolsa para llevar almuerzo. Viene del inglés “lunch” (almuerzo).
Macundales: se usa en Venezuela para hablar de un grupo de objetos que se deben recoger, viene de una deformación de la palabra “Mark & Dales”, una marca de herramientas norteamericana.
Órsay: fuera de juego, viene de “offside”.
Ponqué: así se le dice a una torta en Colombia, se cree que viene de la palabra inglesa “pound cake”.
Queque: en Chile y otros países se le dice queque a la torta o el ponqué. Viene del inglés “cake”.
Rompoy: se usa en algunas zonas de América Latina para referirse a una rotonda. Viene del inglés “round point” (que, a su vez, fue tomado del francés “rond point”).
Tof: en Panamá se usa para describir a una persona cuando es fuerte o insensible, o cuando algo está demasiado duro o es complicado de entender. Por ejemplo, “el examen estuvo bien ‘tof'”. Viene del inglés “tough” (duro o difícil).
Tunear: muchos latinoamericanos usan esta palabra para decir que van a arreglar o adaptar algo, especialmente un vehículo, a los gustos o intereses personales. Viene del inglés “to tune”, que es afinar o ajustar.
Váter (o wáter): inodoro o cuarto de baño. Viene de “water closet”.