"Deja de hablar. Deja de gritar".
Con estas palabras respondió el expolicía Derek Chauvin a las súplicas del afroestadounidense George Floyd por las dificultades que tenía para respirar mientras estaba en el piso con la rodilla del funcionario sobre su cuello.
Según revelan las transcripciones de las cámaras de seguridad que portaban los funcionarios que le detuvieron, Floyd clamaba por su madre fallecida y por sus hijos mientras se lamentaba diciendo que los policías lo iban a matar.
Chauvin mantuvo a Floyd sometido en esa posición durante más de ocho minutos, incluso después de que este perdió el conocimiento.
Las más de 80 páginas de transcripciones ofrecen una de las imágenes más claras de cómo fueron los últimos momentos en la vida de Floyd, cuya muerte bajo custodia, el pasado 25 de mayo, generó la mayor ola de protestas que haya vivido Estados Unidos en varias décadas.
Los documentos fueron divulgados en los tribunales por los abogados de uno de los policías implicados.
Los cuatro agentes de la Policía de Minneapolis que participaron en la detención de Floyd fueron despedidos y arrestados.
Chauvin enfrenta varios cargos, incluyendo homicidio en segundo grado, mientras que los otros tres -Thomas Lane, J Alexander Kueng y Tou Thao- están acusados de ayudar e instigar el asesinato.
Las transcripciones de las grabaciones hechas con las cámaras corporales que portaban Lane y Kueng muestran que mientras estaba sometido por los agentes, Floyd dijo más de 20 veces que no podía respirar.
Los funcionarios lo habían abordado a las afueras de un comercio porque sospechaban que él había usado un billete falso de US$20 para comprar cigarrillos.
En un momento determinado, un Floyd esposado y sometido en el piso junto a la patrulla policial dice con voz entrecortada que no puede respirar. “Me vas a matar, hombre”, agrega.
Chauvin, entonces, le responde: “Deja de hablar. Deja de gritar. Se necesita un montón de oxígeno para hablar”.
En las transcripciones, Floyd parece estar cooperando al inicio del arresto, disculpándose repetidamente con los agentes después de que estos se acercaron a su auto estacionado.
En un momento dado, Floyd dice a los policías que exigen ver sus manos: “Hombre, me dispararon de la misma manera, señor oficial, antes”. No está claro a qué se refiere.
Luego el agente Lane pregunta por qué el detenido no muestra sus manos como le están pidiendo y está actuando de una forma “tan rara”.
Floyd se muestra inquieto cuando los policías intentan hacerlo entrar en la parte trasera de la patrulla, diciendo repetidamente que es claustrofóbico.
Lane entonces le pregunta si está bajo el efecto de alguna sustancia y Floyd le responde: “Tengo miedo, hombre”.
Una vez que lo someten en el piso, grita una decena de veces: “Mamá”.
“No puedo creer esto, hombre. Mamá, te amo. Te amo. Dile a mis niños que los amo. Estoy muerto”, agrega.
Mientras Floyd sigue advirtiendo que no puede respirar, en cierto momento Lane le pregunta a Chauvin si deberían ponerlo de lado.
“No, él se queda quieto donde lo tenemos”, responde el agente.
Los abogados de Chauvin no han hecho comentarios sobre las transcripciones desde que estas fueron divulgadas.