Al menos cuatro muertos y numerosos destrozos es el saldo preliminar de la llegada del huracán Laura a la costa sureste de Estados Unidos este jueves.
La poderosa tormenta, una de las más intensas que han azotado la zona en la historia, tocó tierra en horas de la madrugada como huracán categoría 4 en la escala de Saffir-Simpson.
Lo hizo, como había anticipado el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. (NHC, por sus siglas en inglés), produciendo una “marejada catastrófica, vientos extremos e inundaciones”.
Tras avanzar en tierra por el estado de Luisiana, se degradó a tormenta tropical al alcanzar Arkansas. Pero la gran cantidad de lluvia lo seguía haciendo un ciclón muy peligroso.
El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, informó que se habían registrado cuatro muertes hasta la tarde de este jueves.
Las víctimas, fallecidas en incidentes separados por la caída de árboles, incluían a una niña de 14 años en el área de Leesville.
“Me preocupa que vayamos a encontrar más víctimas mortales. Espero y rezo para que no”, dijo Edwards al informar que había trabajos de rescate en curso.
Un incendio en una planta química en la zona de Westlake llevó al gobernador a pedir a los residentes de la zona que se encerraran en sus casas y apagaran los apartados de aire acondicionado.
El NHC informó que el ojo de Laura llegó primero el distrito de Cameron de Luisiana a la 01:00 am hora local (06:00 GMT) y urgió a la población a protegerse.
El ciclón registraba vientos de hasta 240 km/h, pero bajó a categoría 2 tras tocar tierra. Los pronósticos del NHC señalan que unas horas después se convertiría en tormenta tropical.
En su reporte de las 13:00 (18:00 GMT) de este jueves, el NHC informó que Laura mantenía vientos máximos sostenidos de 104 km/h, lo que significa que ya no tiene intensidad de huracán sino de tormenta tropical.
Sin embargo, el organismo alertó sobre una “marejada ciclónica peligrosa” para las costas de Texas y Luisiana, vientos intensos y que las inundaciones vistas en algunas zonas tardarán “varios días” en retroceder.
“Inundaciones repentinas generalizadas a lo largo de riachuelos, áreas urbanas y en carreteras continuarán a través de sectores de Luisiana, Misisipi y Arkansas”, decía la alerta.
El presidente Donald Trump fue informado de la situación en Washington DC y dijo que iría al área el fin de semana.
Aseguró que estaba preparado para posponer su discurso en la Convención Nacional Republicana más tarde el jueves para viajar a la región, pero agregó: “Tuvimos un poco de suerte. Fue grande y poderoso (el huracán), pero pasó rápidamente”.
El gobernador Edwards dijo que que hubo más daños estructurales por los vientos de lo previsto en Luisiana, pero que el golpe del agua fue menor de lo que se temía.
Las líneas del tendido eléctrico, las carreteras y los puentes estaban entre la infraestructura a ser revisada o reparada.
Una embarcación chocó con un puente en la ciudad de Lake Charles, cerca de donde los servicios de emergencia atendían un posible “incendio químico de cloro” en una planta industrial, dijo Edwards.
La llegada del día mostró los escombros, ventanas rotas y árboles arrancados del suelo que dejó el paso de Laura en esa localidad costera.
Los meteorólogos habían advertido en un principio sobre una marejada ciclónica “insobrevivible”.
Sin embargo, un ligero cambio en la dirección del viento evitó que algunas áreas sufrieran inundaciones de los temidos hasta seis metros. Hubo reportes de 2,7 metros en algunas zonas.
Más de 600.000 hogares en Luisiana y más de 180.000 en Texas se quedaron sin electricidad este jueves por la mañana, según el sitio PowerOutage.
“El ojo de Laura se prevé que atraviese el noroeste de Luisiana a lo largo del jueves y por Arkansas en la noche del jueves, y por el valle del Misisipi el viernes”, informó el NHC.
El NHC pidió a los residentes de las proximidades de la ruta de la “catastrófica” tormenta que “tomaran acción inmediata para proteger sus vidas… en una habitación interior reforzada y lejos de ventanas”.
“Métanse debajo de una mesa u otro mueble robusto. Usa colchones, edredones y almohadas para cubrir tu cabeza y tu cuerpo”.
Un “cazador de tormentas” de la emisora KKTV11 News compartió imágenes de daños considerables en Lake Charles.
Significant damage all over Lake Charles #Laura pic.twitter.com/6v2a9CWIkG
— Aaron Rigsby (@AaronRigsbyOSC) August 27, 2020
Por su parte, Josh Morgerman, quien es conocido por documentar varios fenómenos meteorológicos en EE.UU., mostró la fuerza de los vientos en el paso del huracán por Sulphur, en Luisiana.
1:23 am. Whistling. Explosions. #Hurricane #LAURA in Sulphur #Louisiana pic.twitter.com/7kU3DZjhyn
— Josh Morgerman (@iCyclone) August 27, 2020
La oficina del alguacil en Vermilion les había dicho a quienes optaron por no evacuar que escribieran su nombre, dirección, número de seguro social y parientes más cercanos en un papel “y ponerlo en una bolsa Ziploc en el bolsillo”.
EYE WALL of powerful #HurricaneLaura in Lake Charles, LA with the Dominator Fore and HERV taking some debris. Sadly there is a lot of damage, likely catastrophic to the south. We are waiting for sunrise to drive to Holly Beach and retrieve windy palms @MikeTheiss pic.twitter.com/WwNUjwfruu
— Reed Timmer (@ReedTimmerAccu) August 27, 2020
En Port Arthur se encuentra la mayor refinería de petróleo de EE.UU.
Además, los trabajadores de al menos 281 plataformas petroleras del golfo de México fueron evacuadas.
El presidente estadounidense, Donald Trump, emitió una declaración de desastre para Texas y Luisiana. En este último estado tocó tierra a principios de semana la tormenta tropical Marco sin causar grandes daños.
El paso de Laura como tormenta tropical por República Dominicana y Haití el pasado fin de semana dejó un saldo de al menos 13 muertos, además de inundaciones y numerosos destrozos.
En Cuba la tormenta cruzó rápidamente por el este de la provincia de Pinar del Río, el oeste de Artemisa y de La Habana, donde se registraron destrozos pero no víctimas mortales.