Desde 'Pizzagate' hasta QAnon, las teorías de la conspiración pueden parecer como un producto del mundo moderno, difundidas a través de la naturaleza omnipresente de las redes sociales.
El 4 de diciembre de 2016, Edgar Welch irrumpió en una pizzería en las afueras de Washington y abrió fuego. El atacante pensó que así detendría una supuesta red de prostitución infantil vinculada a Hilary Clinton, una de las muchas noticias inventadas que circularon en esos meses para afectar la campaña presidencial de la candidata demócrata.
Eso muestra que un clic equivocado puede llevarte al laberinto digital sin sentido de las teorías de conspiración, pero, por supuesto, este no es un fenómeno exclusivo de nuestra época.
“Las conspiraciones han existido desde que ha habido seres humanos. Es una forma de explicar lo inexplicable”, dice Kamy Akhavan, director ejecutivo del Centro Dornsife para el Futuro Político, de la Universidad de California del SUR (USC por sus siglas en inglés).
¿Mirar al pasado podría ayudarnos a entender el presente?
“Cuando comencé a aprender sobre QAnon (la teoría de la conspiración según la cual el expresidente de EE.UU. Donald Trump luchaba contra la pedofilia y el “Estado profundo”), me sorprendió mucho porque parecía casi como si tuvieran un antiguo libro medieval y lo estuvieran leyendo. Era como la máquina de pinball, todas las luces comenzaron a iluminarse, aunque vi patrones nuevos”, señala Jay Rubenstein, director del Centro Dornsife para el Mundo Premoderno de la misma universidad.
“No me propuse estudiar teorías de conspiración, pero creo que en el contexto de los últimos dos años tuve que comenzar a pensar en ellas porque se hizo evidente para mí que realmente pueden afectar la forma en que funciona el mundo“, añade.
“Una teoría de la conspiración es la idea de que un grupo nefasto está conspirando hacia un objetivo malicioso”, resume Anni Sternisko, estudiante de doctorado de la Escuela de Psicología Social de la Universidad de Nueva York.
Las teorías de conspiración cubren todo, desde mensajes subliminales en anuncios publicitarios hasta el alunizaje.
Pero hay algo que las une…
“Es una narrativa simple. Tienes que tener villano, que está escondido, haciendo todo su mal sin ser visto. Tienes a las víctimas, que son oprimidas y pobres y merecen nuestra simpatía. Y luego tienes al héroe que va a venir y desenmascarar al villano”, dice Dan Edelstein, profesor de francés e historia en la Universidad de Stanford.
En la Edad Media, el mayor villano era el mismísimo diablo.
“La teoría de la conspiración que realmente comenzó todo en la Edad Media era el antijudaísmo“, cuenta Rubenstein.
“La creencia era que los judíos estaban conspirando para recuperar la Tierra Santa a través de un pacto con el diablo por el cual sacrificarían a un niño cristiano cada año en Pascua hasta que, finalmente, el diablo les devolvería Jerusalén.
“Una vez que esta idea echó raíces, pareció convertirse casi en una cuestión de hábito desarrollar creencias conspirativas sobre cómo se manejaba el mundo”.
Pero hubo alguien que se distinguió como ningún otro en ese arte.
“El mayor y más febril teórico de la conspiración de la Edad Media fue el rey Felipe el Hermoso, o Felipe IV de Francia (1268-1314)”, declara Rubenstein, y cuenta:
“La conspiración con la que está más asociado involucró a los caballeros templarios, una orden que tenían su sede en Jerusalén.
“Su idea fundamental era que vivirían como monjes, pero lucharían como guerreros. Renunciaban a la propiedad y la familia, y vivían juntos en una comunidad.
“Los templarios ganaron dinero a manos llenas. Recolectaron donaciones, construyeron iglesias en toda Europa, tuvieron tanto éxito que pudieron administrar las cuentas bancarias de los reyes de Francia.
“Pero, en 1307, Felipe el Hermoso decidió que necesitaba deshacerse de ellos y lo hizo ideando su propia teoría de la conspiración.
“Dijo que habían estado participando en prácticas escandalosas: sodomía, pederastia, adoración a Satanás y hechicería.
“Envió gente por toda Francia y en una sola noche arrestó a todos los templarios.
“Es una de las conspiraciones más exitosas de todos los tiempos, y la más exitosa de la Edad Media”.
La Edad Media llegó a su fin, pero la práctica de usar ese arma multiuso perduró.
“Cada vez que hay momentos de agitación política o social, hay un aumento en las teorías de conspiración”, dice Sara Gorman, autora y experta en desinformación y negación de la ciencia.
“A lo largo de la historia, las teorías de conspiración tienen elementos similares y, por lo general, tienen que ver con algo que está sucediendo en ese momento que es difícil de explicar o es muy incierto y se está tratando de buscar una explicación”.
Distinguir entre la verdad y las noticias falsas requiere información, y eso a veces era difícil de conseguir.
“Cuando se habla de un evento histórico moderno temprano o premoderno es importante tener en cuenta que la información siempre era escasa“, subraya Edelstein.
“La mayoría del tiempo la gente no sabía lo que estaba pasando. A menudo no tenían forma de discernir si algo era verdad o si era solo otro rumor.
“Por eso creo que las teorías de conspiración son aún más propensas a surgir, especialmente, en estos entornos donde la información es escasa y donde tienes pocos medios para decidir en qué información puedes confiar”.
Uno de esos momentos fue la Revolución Francesa.
“En esa época, estaban por doquier”, dice el profesor de Stanford.
“Uno de los grupos más importantes durante la Revolución Francesa es el jacobino, un club que se originó en París, en 1789, al comienzo de la revolución.
“En 1792 realmente llegó a ser visto como una de las alas más radicales de los revolucionarios franceses, y estaba muy bien representado en la política.
“A menudo eran los que presionaban por purgas, para eliminar miembros de la Asamblea.
Los jacobinos, al igual que otros revolucionarios de la época, recurrieron a teorías de conspiración que vinculaban a sus oponentes a gobiernos o dinero extranjeros, y con contrarrevolucionarios conocidos.
“Usaron esta técnica y perfeccionaron la estrategia para deslegitimar a sus rivales.
“Es una de las áreas en las que la Revolución Francesa es importante, pues es realmente cuando comienzas a ver emerger el género de la teoría de la conspiración moderna”.
“Hay una sensación implícita de que la élite es corrupta. No reflejan los verdaderos sentimientos de la gente e incluso están trabajando activamente en contra de los intereses de la gente”, explica Edelstein.
“Y los líderes carismáticos son a menudo los que mejor saben cómo aprovechar esta narrativa.
“Cuando Stalin justificó el fracaso del intento de nacionalizar el grano en Ucrania -lo que llevó a una horrible hambruna donde murieron unas 3 millones de personas- simplemente describió eso como el acto de sabotaje y culpó a los trotskistas.
“Era más fácil que muchos miembros del establishment político ruso y la gente común lo creyeran porque provenía del propio Stalin.
“Definitivamente hay algo sobre quién está diseminando la conspiración que le suma a su éxito”, concluye.
“Las personas que desarrollan teorías de conspiración son grandes narradores”, dice Rubenstein.
“Son excelentes para contar historias y para reunir información de maneras que no has visto, y nunca lo habrías pensado por tu cuenta.
“Y al hacerlo, parece que te están dejando entrar en un mundo secreto“.
La historia y el mundo secreto de las teorías de conspiración ha involucrado el sacrificio de niños, los caballeros templarios y clubes corruptos.
En el siglo XXI, añadimos pizzerías a esa lista.
* Si quieres ver el video original de BBC Reel, haz clic aquí
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