Esta política fue duramente cuestionada por organizaciones de derechos humanos debido a las condiciones precarias en las que los migrantes debían permanecer en México.
La promesa del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de crear un sistema migratorio que estuviera en las antípodas de las políticas de su predecesor, Donald Trump, seguirá postergada hasta nuevo aviso.
Este jueves, la Casa Blanca informó que reactivará la aplicación del controvertido programa de control fronterizo “Quédate en México”, creado durante el gobierno de Trump y mediante el cual se obliga a quienes quieren buscar asilo en Estados Unidos a permanecer en México hasta que su solicitud sea aprobada por las autoridades migratorias.
Conocida formalmente como programa Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), esta política fue duramente cuestionada por organizaciones de derechos humanos debido a las condiciones precarias en las que los migrantes debían permanecer en México.
También cuestionaban el que Washington estuviera delegando sus responsabilidades en materia de asilo en otro país.
Con frecuencia, los migrantes se quedaban esperando meses en México y, en ocasiones, eran víctimas de bandas criminales. Según, la ONG Human Rights First, se han reportado más de 1.500 casos de violaciones, secuestros y torturas en contra de estos inmigrantes que esperaban en México a ser admitidos en EE.UU.
Durante el gobierno de Trump, más de 60.000 solicitantes de asilo fueron rechazados en la frontera de Estados Unidos y obligados a esperar en México por una respuesta a su petición.
Poco después de su llegada a la presidencia en enero, Biden puso fin a esta iniciativa a la que calificaba como “inhumana”, pero en agosto pasado una corte federal ordenó el restablecimiento de este programa, tras concluir que su cierre no se había realizado de la forma correcta.
Entonces, la Casa Blanca informó que acataría la decisión judicial, pero que antes necesitaba contar con el visto bueno de México.
Este jueves, la cancillería de México confirmó la reactivación del programa.
La semana pasada, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador presentó a Washington varias condiciones para dar este paso, incluyendo acelerar la aplicación de las iniciativas de cooperación para el desarrollo en el sur de México y en Centroamérica, así como establecer asesorías legales para los inmigrantes de suerte de facilitar el procesamiento de sus solicitudes.
La Casa Blanca anunció que tomará en cuenta las preocupaciones de México y, además, aplicará otras medidas concretas como ofrecer vacunas contra el covid-19 a los migrantes.