La búsqueda de recursos naturales y la necesidad de fuentes de energía alternativas es un tema recurrente en el mundo, especialmente en estos últimos meses donde varios países se enfrentan a una crisis energética.
El Ártico es una región del planeta donde se estima que existe una importante cantidad de petróleo y gas natural sin explotar.
Pero acceder a estos recursos es un tema polémico por los daños mediomabientales y disputas territoriales que puede originar.
Precisamente, existe un caso judicial en curso sobre si las compañías energéticas pueden perforar las capas de hielo árticas en búsqueda de gas y petróleo.
Se trata de un grupo de activistas medioambientalistas que están llevando al gobierno de Noruega ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) por permitir la exploración en el Ártico.
Este caso está siendo considerando como una prueba sobre qué tanto de los recursos naturales de esta zona podrían ser explotados en el futuro.
El Círculo Polar Ártico, situado en el Polo Norte de la Tierra, puede contener unos 160 mil millones de barriles de petróleo y un 30% de gas natural sin descubrir, según estimaciones del Servicio Geológico de Estados Unidos.
Los países con territorio o aguas territoriales dentro del Círculo Polar ártico son Noruega, Rusia, Suecia, Finlandia, Islandia, Estados Unidos, Canadá y Dinamarca (dueña también de Groenlandia).
Al ser el Ártico una zona mayoritariamente de agua, no existe un tratado internacional que la proteja del desarrollo económico, como en el caso de la Antártida en el Polo Sur.
El calentamiento global ha derretido parte de la región más al norte del mundo, lo que facilita la perforación, exploración y extracción de recursos.
Noruega es el mayor productor de petróleo de Europa occidental. Desde 2016, este país ha otorgado un número de licencias para explorar fuentes de petróleo y gas en el Mar de Barents, dentro del Círculo Polar Ártico.
En 2021, seis jóvenes noruegos y dos grupos medioambientalistas, Greenpeace Nordic y Jóvenes Amigos de la Tierra, llevaron el caso ante el TEDH contra la política del gobierno noruego.
Los activistas argumentan que “al permitir nuevas perforaciones durante una crisis climática, Noruega está violando derechos humanos fundamentales”.
Afirman que perforar el Ártico puede contaminar las capas de hielo polar y derretirlas a un ritmo más rápido.
Los jóvenes han citado el Artículo 2 de la Convención Europea de los Derechos Humanos, la cual proteje el derecho a la vida, y el Artículo 8, que proteje el derecho a la vida familiar y al hogar.
“Al quejarnos, puede que tengamos una oportunidad de detener esta perforación de petróleo catastrófica”, dice la activista Mia Chamberlain.
Lasse Eriksen Bjoern, activista de las indígenas Sami en el norte de Noruega, dijo a la agencia Reuters que la perforación podía dañar la explotación pesquera y su estilo de vida.
Tres tribunales noruegos han desestimado el caso, pero el TEDH se lo está tomando en serio y solicitaron al gobierno noruego que preparara su defensa.
Noruega respondió este 26 de abril diciendo que ya estaba cooperando en los esfuerzos internacionales para luchar contra el cambio climático y que su objetivo era lograr cero emisiones de carbono para 2050.
Además, añadió que sería perjudicial para la sociedad noruega frenar la producción de gas y petróleo antes de tener más disponibilidad de energía renovable fiable.
El TEDH está considerando hacer de este un “caso de impacto”, lo cual implica que podría establecer un precedente para casos similares en la Unión Europea. Si es así, podría haber sentencia en los próximos meses.
En los últimos años, los activistas mediomabientales han incrementado el uso de tribunales para forzar gobiernos y empresas a adoptar un enfoque más verde.
En 2021, un tribunal neerlandés dijo a la firma Royal Dutch Shell que en 2030 las emisiones debían ser un 45% más bajas que en 2019. Esto era una reducción mucho mayor que lo que la compañía había prometido anteriormente. El caso fue presentado por Amigos de la Tierra.
Tres años antes, el tribunal supremo de Colombia ordenó al gobierno a tomar una acción urgente para detener la deforestación del bosque tropical del Amazonas, alegando que restringía los derechos de los niños a un medioambiente saludable.
Compañías petroleras rusas han estado operando en Ártico durante más de una década. Hace dos años ocurrió un gran derrame de petróleo en su territorio ártico.
Estados Unidos está considerando permitir que sus empresas petroleras perforen en el norte de Alaska, a pesar que del gigantesco derrame de Exxon Valdez en Alaska en 1989.
Todos los países con territorios en el Círculo Polar Ártico tienen derecho sobre el suelo marino próximo a sus costas.
También pueden establecer zonas económicas exclusivas, hasta 200 millas náuticas (370 kilómetros) desde la costa.
En estas zonas tienen derecho a pescar, construir infraestructuras y extraer recursos naturales.
Los países pueden extender estas zonas si demuestran que su masa terrestre va más allá dentro del agua.
Actualmente existe una disputa sobre una cresta de 1.721 kilómetros de montañas bajo el mar llamado la Cresta de Lomonósov, que atraviesa el Polo Norte.
Canadá, Rusia y Groenlandia reclaman este territorio como suyo. Quien tenga éxito también podría reclamar 55.000 millas cuadradas de mar alrededor del Polo Norte.
En 2007, exploradores rusos alarmaron a sus vecinos árticos al plantar su bandera nacional en el fondo del mar del Polo Norte.
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