Bolivia vivió este lunes una segunda jornada de violencia callejera tras la controvertida renuncia de Evo Morales a la presidencia.
El ahora exmandatario anunció su dimisión el domingo, poco después de que las Fuerzas Armadas le “sugirieran” que abandonara el cargo para pacificar el país en lo que los partidarios de Morales califican de “golpe de Estado”.
La cúpula militar se pronunció después de que Morales llamara a nuevas elecciones presidenciales por las irregularidades detectadas en el escrutinio de los comicios del pasado 20 de octubre por parte de la auditoría de la Organización de Estados Americanos.
Este lunes, al menos 20 personas resultaron heridas en los choques entre la policía y los partidarios de Morales en las ciudades de La Paz y El Alto, según reportó la prensa local.
También se informó sobre la quema de unidades de transporte público y vehículos policiales en ambas ciudades.
El comandante de la Policía de La Paz, José Antonio Barrenechea, dijo que sus agentes fueron rebasados por la ola de violencia, por lo que decidió solicitar la ayuda de las Fuerzas Armadas.
El funcionario dijo que los agentes policiales están movilizados desde hace 21 días, cuando se inició la crisis política tras las polémicas elecciones presidenciales, pero que ya “no es posible” contener la situación por más tiempo.
Agregó que la policía no puede hacer frente solamente con gases lacrimógenos a los grupos violentos que están actuando en el país.
“Esta gente, lamentablemente ya no sé qué llamarles, ya tienen otras intenciones, están dotados de armas de fuego, con intención de matar y no lo podemos permitir”, afirmó.
Su llamado fue respondido poco después por el comandante general de las Fuerzas Armadas, general Williams Kaliman, quien anunció en una rueda de prensa que los militares comenzarán a operar junto a la policía para detener la acción de “grupos vandálicos”.
“El mando militar ha dispuesto que las Fuerzas Armadas ejecuten operaciones conjuntas con la Policía Boliviana para evitar sangre y luto a la familia boliviana, empleando en forma proporcional la fuerza contra los actos de grupos vandálicos que causan terror en la población”, señaló.
La tarde de este lunes también se informó sobre la movilización masiva de partidarios de Morales desde El Alto hacia La Paz.
Videos publicados por la prensa local muestran a un grupo grande de personas que corren portando palos en sus manos mientras corean: “Ahora sí, guerra civil”.
BBC Mundo no pudo confirmar de forma independiente la veracidad de esas imágenes.
La tarde de este lunes, Morales publicó un mensaje en Twitter en el que pide a los bolivianos “cuidar la paz y no caer en la violencia” y hace un llamado para “resolver cualquier diferencia con el diálogo y la concertación”.
Pido a mi pueblo con mucho cariño y respeto cuidar la paz y no caer en la violencia de grupos que buscan destruir el Estado de Derecho. No podemos enfrentarnos entre hermanos bolivianos. Hago un llamado urgente a resolver cualquier diferencia con el diálogo y la concertación.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) November 11, 2019
En otro mensaje publicado un par de horas más tarde, Morales denunció que hubo intentos de acciones violentas en contra de dos casas de su propiedad en la ciudad de Cochabamba.
El exmandatario atribuyó esas acciones a “grupos vandálicos” vinculados con Carlos Mesa, su principal rival en las pasadas elecciones presidenciales, y con el líder del Comité Cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, a quienes señala como parte del “golpe de Estado” en su contra.
Mesa, por su parte, también denunció este lunes que fue alertado de que “una turba violenta” iba en dirección a su domicilio “para destruirlo”.