Mack huyó a México con el líder del grupo cuando las autoridades comenzaron a cercarlos en 2018.
“El peor error de mi vida”.
Así definió en una carta la actriz estadounidense Allison Mack su participación en la secta Nxivm, por la cual fue sentenciada a tres años de prisión este miércoles.
La mujer de 38 años admitió cargos de extorsión y conspiración en abril de 2019 relacionados con su papel en el reclutamiento de mujeres para el grupo liderado por Keith Raniere.
El año pasado, Raniere fue condenado a 120 años de prisión por múltiples delitos, incluido el de obligar a las mujeres a ser sus “esclavas” sexuales.
Antes de conocer la sentencia, Mack pidió perdón a sus víctimas en un carta.
La misiva estaba dirigida a “aquellos que han sido perjudicados por mis acciones” y fue presentada ante el tribunal por sus abogados, quienes pidieron que no se le adjudicara una pena de prisión por sus delitos.
“Me entregué a las enseñanzas de Keith Raniere con todo lo que tenía”, escribió.
“Creía, de todo corazón, que la mentoría de Raniere me estaba llevando a una versión mejor y más iluminada de mí misma… Este fue el mayor error y me arrepentiré toda mi vida“, continuó Mack.
“Me disculpo con aquellos que traje a Nxivm. Lamento haberlos expuesto alguna vez a los esquemas nefastos y emocionalmente abusivos de un hombre retorcido”, agregó.
Mack, mejor conocida por su papel en la serie de televisión estadounidense Smallville, huyó a México con el líder del grupo cuando las autoridades comenzaron a cercarlos en 2018.
Desde su arresto, la actriz ha estado viviendo en la casa de su familia en California, donde ha tomado cursos universitarios y trabajado en servicios de catering, según sus abogados.
Nxivm, pronunciado “nexium”, es un grupo creado en 1998 como un programa de autoayuda que asegura haber trabajado con más de 16.000 personas, incluido Emiliano Salinas Occelli, uno de los hijos del expresidente mexicano Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) y actrices de Hollywood como Mack.
A pesar de su lema de “trabajar para construir un mundo mejor”, su líder Keith Raniere fue declarado culpable de orquestar un sistema de “amo y esclavo” dentro del grupo.
Raniere estaba en la cima de este sistema y Mack se desempeñó como una de sus principales delegadas.
Las mujeres reclutadas eran supuestamente marcadas con las iniciales de Raniere y se esperaba que tuvieran relaciones sexuales con él, como parte del sistema.
Mack colaboró con los investigadores y les proporcionó una grabación de audio de Raniere en la que discutía detalles de un ritual de marcación.
En una entrevista de ABC News emitida el miércoles, una de las víctimas de Mack dijo que ella servía a Raniere como “la co-líder más carismática que alguien podría pedir”.
“Ella [Mack] deshumanizó a la gente. Era inhumana”, describió India Oxenberg.