"¡Está viva!", gritaron los rescatistas. "Instantáneamente nuestra tristeza se convirtió en alegría", contó uno de ellos.
Este es el conmovedor momento en que una niña de tres años fue sacada con vida, tras quedar atrapada entre los escombros de lo que fue su casa.
65 horas antes, el viernes, un terremoto de magnitud 7,0 había sacudido la costa egea entre Turquía y la isla griega de Samos.
El epicentro del temblor fue localizado frente a la provincia de Esmirna, en Turquía, y se sintió en Atenas y Estambul, las ciudades más pobladas de Grecia y Turquía, respectivamente.
Se estima que más de 80 personas murieron y decenas de desaparecidos. Los socorristas siguen buscando más sobrevivientes.
Deshidratada, pero sin heridas graves, la niña se aferró al pulgar de un rescatista mientras la llevaban a un lugar seguro.
Hubo aplausos y lágrimas al ver a la pequeña emerger en plena destrucción.
El grupo de socorristas la han llamado un “milagro”.