¿Cuáles son los mejores cubrebocas para evitar la propagación de covid-19?
Investigadores de la Universidad de Duke han creado un dispositivo para ver qué mascarillas son las que mejor funcionan para evitar el Coronavirus.
Investigadores de la Universidad de Duke han desarrollado un aparato óptico sencillo y económico que permite medir la capacidad de una mascarillas de bloquear las gotitas respiratorias que contagian el covid-19, al hacerlas visibles mediante luz láser y contabilizarlas mediante un algoritmo informático.
Durante los ensayos de este nuevo dispositivo, se ha confirmado que cuando la gente habla, expulsa gotitas, por lo que la enfermedad del coronavirus se puede transmitir al hablar, sin toser ni estornudar, según el médico Eric Westman y el físico y químico Martin Fischer, coautores de esta investigación.
Los expertos comprobaron con este método que las mejores cubiertas faciales son las mascarillas N95, sin válvulas, de grado hospitalario, que utilizan los trabajadores de atención médica, y que las mascarillas quirúrgicas o de polipropileno también funcionan bien para bloquear las emisiones de gotitas.
Los expertos en salud pública coinciden en que las mascarillas, también denominadas barbijos o tapabocas, son una herramienta fundamental para reducir la propagación del covid-19, pero advierten que no todas las versiones de estos elementos de protección son igualmente efectivas.
Ahora un equipo de investigadores de la Universidad de Duke, en Durham (Carolina del Norte, EEUU) ha desarrollado y probado un nuevo dispositivo de medición óptica simple y económico para evaluar la eficacia de las mascarillas en el cumplimiento de su función: reducir la transmisión de gotitas respiratorias durante el habla regular, los estornudos o la tos.
Este sistema puede ser fabricado y operado por personas no expertas, lo que permite una evaluación rápida del rendimiento de la mascarilla, de las cuales hay una gran variedad y cuyo uso reduce la probabilidad de que una persona infectada propague la enfermedad, aunque muchos de los diseños de estas prendas no han sido probados en la práctica, aseguran.
En los ensayos de este dispositivo de medición, que emplea tecnología láser, se compararon distintas mascarillas disponibles habitualmente y se observó que algunos modelo ofrecen un rendimiento que se acerca al de las mascarillas quirúrgicas estándar, mientras que algunas versiones de mascarillas alternativas o caseras ofrecen muy poca protección.
En sus ensayos Fischer y Westman confirmaron que esta técnica simple y de bajo costo proporciona una prueba visual de la efectividad de las mascarillas para reducir las emisiones de pequeñas gotas durante su uso normal.
Por su parte, las cubiertas faciales de algodón hechas a mano “proporcionaron una buena cobertura, eliminando una cantidad sustancial del aerosol, es decir, las partículas diminutas suspendidas en el aire, producido durante el habla normal”, según Duke.
Sin embargo, los pañuelos para la cabeza (bandanas) y los vellones para el cuello (‘neck fleeces’), así como los pasamontañas, no bloquearon mucho las gotitas expelidas al hablar, según estos investigadores.
Los investigadores señalan que aún hace falta investigar “las variaciones en las máscaras, en los usuarios al hablar y en el modo que las personas las usan, pero esta prueba podría ser efectuada fácilmente por empresas y otras personas que están proporcionando mascarillas a sus empleados o clientes”.
Westman utilizó enseguida la información proporcionada por este dispositivo para valorar la compra de un lote de mascarillas para ‘Cover Durham’ y, de hecho, decidió no adquirirlas, al comprobar que “no eran buenas”.
“Usar una mascarilla es una manera simple y fácil de reducir la propagación del covid-19 al detener las gotitas respiratorias antes de que lleguen a otra persona, pero es importante que las empresas que las suministran al público y los empleados tengan buena información sobre los productos que ofrecen para garantizar la mejor protección posible”, recalca Westman.
*En alianza con Forbes México