Así fue la ceremonia en que la Semana Santa en Guatemala fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco
La Unesco declaró la Semana Santa de Guatemala como Patrimonio de la Humanidad por ser una expresión de valores universales, pero con expresiones propias que se transmiten de generación en generación.
La Semana Santa en Guatemala recibió de manera oficial el reconocimiento como patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco, durante una ceremonia este 26 de febrero, por su “extraordinaria riqueza y diversidad cultural”.
Así lo valoró, Julio Carranza, director y representante de la Unesco en Guatemala, quién destacó que se trata de una de las expresiones culturales y religiosas más representativas del país, que ha logrado permanecer en el tiempo y en la que hacer participe generación tras generación.
“Es un día de solemnidad, pero también un día de alegría, un día de unión de convivencia y de fraternidad porque Guatemala una vez más ha sido reconocida a nivel mundial como un país que posee una extraordinaria riqueza y diversidad cultural, y esto ahora se expresa con esta inscripción de la Semana Santa guatemalteca como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad”, expresó.
El representante de Unesco destacó que durante una visita junto a diversas delegaciones internacionales, previo a la declaración oficial, apreciaron la sinergia entre la fe católica y diversos símbolos que destacan en Guatemala durante la Semana Mayor, entre estas las coloridas alfombras.
“Hemos tenido la oportunidad de observar esa extraordinaria riqueza y diversidad cultural expresada en ocasión de la celebración de la Semana Santa, pero que es parte de la vida cotidiana permanente del pueblo de Guatemala en cualquiera de las esquinas o los rincones o los departamentos ciudades pueblos y campos de esta hermosa república”, destacó.
Además, se destacó el proceso de nominación como un trabajo “muy preciso” en el que fue importante el aporte de Hermandades y la feligresía católica.
La presentación del expediente “respondía y reflejaba los valores extraordinarios de la Semana Santa de Guatemala” los que tras ser evaluados dieron lugar a este reconocimiento, declaró.
Los actos más significativos son los altares, la gastronomía, las técnicas y conocimientos para la indumentaria y elaboración de las andas procesionales, la música de culto, fueron parte de los valores que según Carranza fueron reconocidos para declarar a la Semana Santa guatemalteca como Patrimonio de la Humanidad.
Continúo hablando de las marchas fúnebres de autores guatemaltecos, las cuales dijo que “constituye uno de los valores más importantes”, alfombras, y el color morado que se tiñe el país; además de congregar los cinco pueblos.
Se destacó que sus manifestaciones se han transmitido de generación en generación. “Esta tradición se recrea constantemente, evoluciona y se enriquece. Son las comunidades las que van dándole vida a estas tradiciones, su naturaleza y su historia, infeudándoles un sentimiento de gran identidad. En el caso de Guatemala, tiene expresiones muy profundas, históricas, sincréticas, de mezcla de comunión“, afirmó.
Según Carranza, se estimó también durante el proceso de evaluación que, aunque en otros países se conmemora, en Guatemala se expresa la historia de forma magnífica y es una representación que es difícil encontrar en comparación a todo el mundo.
Así fue la ceremonia
Durante el acto solemne, en la Plaza de la Constitución, hubo manifestaciones propias de la Semana Santa como el recorrido de una procesión y una alfombra.