César y Catalina: una historia de sobrevivencia al coronavirus
A 20 kilómetros de la capital, en la aldea El Pajón, Santa Catarina Pinula, César Augusto Álvarez y Catalina Ramírez, una pareja de esposos de la tercera edad, abrió las puertas de su casa para relatar cómo sobrevivieron al coronavirus.
Los esposos de la tercera edad, César Augusto Álvarez y Catalina Ramírez, sobrepasaron el Covid-19, en contra de todos los pronósticos médicos por esta enfermedad.
El 51 por ciento de los fallecidos por covid-19 en el país, mil 251 víctimas, son personas de la tercera edad.
César y Catalina fueron confirmados positivos de coronavirus el 20 de julio pasado y 38 días después cuentan la historia.
Él es diabético e hipertenso, ella vive con un marcapasos y sus rodillas afectadas por carecer de meniscos.
“Yo no quería morirme porque sé que no la puedo dejar sola -a Catalina- porque ella necesita ayuda para caminar por sus rodillas”, recordó César.
Durante cuatro décadas César se dedicó a corregir textos en diarios de Guatemala, recuerda el golpe de estado de 1983, el conflicto armado interno, las primera elecciones democráticas y creyó que lo había vivido todo.
En la actualidad, en sus años de longevidad, asegura haber estado junto a su amada Catalina en “las puertas a la muerte”.
César tiene de recuerdo las radiografías de pulmones y el resultado de laboratorio en el que salió positivo de coronavirus el 20 de julio pasado, un días después catalina perdió el sentido del gusto y presentó fiebres, ambos enfrentarían un desafío más en 45 años de matrimonio: luchar contra el covid-19.
Los hijos de César y Catalina cuando les confirmaron que sus padres eran positivos llamaron a las autoridades sanitarias y nadie atendió en el centro de llamadas, después de intentarlo por seis horas y no tener atención decidieron acudir con el médico particular Abraham Montenegro Reyes, él fue quien les brindó los cuidados necesarios y los tratamientos se aplicaron en sus habitaciones.
Catalina sentada en la cama en que padeció el coronavirus reflexionó: “Nosotros no nos dejamos vencer, tomamos las medicinas, limonadas calientes, oramos a Dios, hicimos de todo para salir vivos de esto y tener la nueva vida”.
César ahora acompaña a Catalina y espera ayudarle a mejorar su movilidad por las rodillas afectadas, él asegura que, juntando más dinero con un trabajo estable, puede hacer que su esposa vuelva a dar paseos junto a él en los bosques del pajón, lugar en el que viven y escriben su historia desde 1980.