“Estamos solos, estamos tristes”: los dramáticos testimonios de vecinos de Palencia que son afectados por gigantesca grieta
Algunos pobladores de El Manzanote, Palencia, no han desalojado sus viviendas por no tener recursos para alquilar y viven en área afectada por la grieta.
El Manzanote, Palencia, ha sido noticia en los últimos días por una grieta que afecta a varias viviendas y calles, incluso, algunos pobladores han desalojado sus casas.
Un equipo de Prensa Libre y Noticiero Guatevisión ha documentado cómo esta situación ha empeorado y ha cambiado la vida de decenas de familias.
Un recorrido por la aldea evidencia la incertidumbre que viven los vecinos.
En las calles, una señalización improvisada alerta de la grieta que cada día se extiende; mientras que en las viviendas dañadas, pobladores miran cómo poco a poco se derrumba la casa que les costó años de trabajo.
Las esquinas de las calles se han convertido en puntos de reunión, donde vecinos hablan acerca del problema y la incertidumbre flota en el ambiente.
No todos han decido dejar sus casas, pese al peligro que representa, pues sus recursos no son suficientes y otras necesidades los obligan a permanecer en el lugar.
Una de estas familias que se niega a desalojar es la de Antonio Pineda, quien narró que él, su esposa y su hijo no se piensan irse de la casa; además, una su hija sufre de problemas mentales y no tienen dónde ir.
Resaltó que la condición de su hija también los obliga a no desalojar, pues requiere de cuidados especiales.
“Cuando mire que la tierra se abrió y ya no puedo, tengo que ver qué hago, pero hasta aquí estoy esperando la voluntad de Dios y le pido a Dios que no pasemos a más”, manifestó.
Mientras señalaba su vivienda, Pineda afirmó que no puede alquilar y recordó que tiene 22 años de cuidar a su hija por su padecimiento; además, necesita medicamentos y atención médica.
Según Pineda, en algunas viviendas el alquiler mensual es de Q2 mil, lo que ha afectado a otros vecinos de escasos recursos.
“Mientras tanto yo no puedo salir de aquí”, externó.
Pese al peligro duerme en su casa y a decir de él, en Guatemala no hay aparatos para saber qué sucede en el suelo.
Para leer más: Grieta de Palencia se expande sin que vecinos tengan certeza de lo que la causó
“Yo soy el guardián”, dijo Pineda al referirse a que solo su familia vive en el área, pues el resto de las personas desalojó.
“Quisiera yo que unas patrullas anduvieran en la noche, porque les están robando sus cosas a la gente”, alertó el vecino.
Agregó: “Ya a las 9 de la noche no hay ninguna persona viviendo aquí, ‘te recomendamos’ me dicen, cómo voy a estar cuidando casas ajenas”.
Mientras narra su situación, Pineda enfatizó que a su hija que está enferma le tiene un cuarto y sanitario aparte, por lo que debe permanecer en la vivienda, ya que en ocasiones la paciente es agresiva.
Por ahora su casa no tiene daños y de ser afectada, indicó que debe salir, pero le causa incertidumbre la condición de su hija.
Desintegración familiar
Carmen Albizures, otra vecina de El Manzanote, externó que este problema de la grieta ha representado la desintegración familiar, porque su familia ha alquilado distintas viviendas para vivir.
Su casa permanece deshabitada por precaución porque están “en medio del desastre” afirmó la entrevistada.
Antonio Pineda
Añadió que aunque algunos inmuebles no están dañados, temen por estar en medio del diámetro de la grieta.
“Aparentamos ser fuertes, pero por dentro nosotros estamos solos, estamos quebrados y tristes porque es donde crecimos como familia, de alguna manera nos da nostalgia, nos sentimos tristes”, externó.
Añadió que la aldea es un lugar tranquilo “donde el vecino es la familia, es el apoyo”, por lo que es difícil abandonar sus casas.
Afirmó que algunas familias no desalojan porque no tienen a dónde ir y desconocen qué va a pasar, pues no saben si tienen esperanza de regresar.
Albizures recordó el esfuerzo que hizo su padre para construir la vivienda, donde crecieron junto a otros parientes.
Luego indicó que ha tenido dos trabajos para construir su casa y sostener económicamente a su familia.
“Soñar y empezar de cero y poder hacer otra vivienda o alquilar en otro lugar”, expresó.
Carmen Albizures
El vecino Raúl Pineda Huertas, de 66 años, por sus propios medios trató de medir la profundidad de la grieta, luego mostró su asombro por los daños que tiene el terreno de un su sobrino.
Recordó que nunca había vivido una situación igual y que no tienen a dónde ir, por lo que hizo un llamado al gobierno para que los ayude.
Recuento de daños
- Tres familias se niegan a desalojar
- 36 casas evacuadas
- 10 viviendas con daño severo e inhabitables
- 1 iglesia con daño severo e inhabitable
- La grieta ya mide unos cuatro metros de profundidad y 55 centímetros de ancho