Iglesia Católica demanda equidad en vacuna contra el covid-19 y pide se trabaje por los derechos de los migrantes
Iglesia señala que es urgente que la humanidad tome conciencia de su responsabilidad para luchar por una sociedad más justa y solidaria.
La Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG) emitió un comunicado para arzobispos, obispos, sacerdotes, arquidiócesis, diócesis, vicariatos y organizaciones basadas en la fe respeto de la vacunación contra el covid-19.
Indica que iniciamos el 2021 con la continuidad de la pandemia provocada por el covid-19, la cual ha cobrado la vida de miles personas en el mundo y en Guatemala.
Señala que la pandemia ha desnudado las carencias de la red de servicios públicos de salud en Guatemala; ha afectado todas las áreas de desarrollo social y económico de las familias, lo que provoca miedo incertidumbre.
Pero también ha demostrado que esta situación podrá superarse con los aportes de científicos e investigaciones que han hecho posible contar con vacunas efectivas para detener su expansión.
Resalta que es urgente también que la humanidad tome conciencia de su responsabilidad para luchar por una sociedad más justa y solidaria, cuide conscientemente nuestra casa común y la vida en la tierra.
Las medidas, como el uso de mascarillas y el sano distanciamiento, ayudan a reducir el riesgo de estar expuesto al virus y de propagarlo a otras personas.
En el texto resalta que “la vacuna contra el covid-19, es la mejor protección, por ello llamamos vacunarnos. Recordemos que las vacunas han salvado millones de vidas, como ejemplo la vacuna contra la viruela, poliomielitis, etc”.
Destaca que las vacunas contra el covid-19 ayudan a nuestro organismo para que esté preparado y combatir al virus si se expone mismo.
“La efectividad y seguridad de estas vacunas ha sido comprobada científicamente; los países que la están aplican han visto la disminución de contagios y muertes, su contribución es efectiva, aunque se han presentado efectos deseados estos han sido mínimos”, añade.
Agrega que en Guatemala, según información de la ministra de Salud, Amelia Flores, ya hay un plan de vacunación y se hicieron las gestiones a través del mecanismo Covax para acceder a las mismas.
La CEG añade que la vacunación dio inicio el 25 de febrero con un lote de vacuna donadas por Israel y la India y el 11 de marzo ingresó el primer lote de vacunas compradas (81 mil 600 dosis es de la vacuna de AstraZeneca) las cuáles serán aplicadas según el plan establecido, en la primera etapa a personal de salud con mayor exposición al virus y trabajadores esenciales.
En la segunda etapa se aplicará a mayores de 70 años y así sucesivamente hasta cubrir a la población objetivo.
Contribución como cristianos
“Nuestra contribución como cristianos es asumir que el virus existe, es real y está afectando con mayor fuerza a la población vulnerable con déficit en el acceso a los servicios públicos de salud y que padecen enfermedades crónicas como Diabetes, Cáncer, enfermedades del corazón, enfermedad renal, enfermedad pulmonar crónica, VIH, tuberculosis y otras que afecten su sistema inmunológico”.
Agrega que “por ello hay que recibir con fe y gratitud la llegada de las vacunas, pero no debemos bajar la guardia, sigamos con el uso adecuado de las mascarillas, el lavado de manos y la distancia física”.
Demanda y equidad
Demanda al gobierno el acceso a las vacunas covid-19 con equidad y prontitud, y a los países “desarrollados” su solidaridad con los que menos tienen.
“Un solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos” (mateo. 23.8) la relación de confianza, fundamento del cuidado del enfermo.
El 11 de febrero de 2021, la Iglesia celebró la 29 jornada mundial del enfermo. En ella el papa Francisco dijo: “Es un momento propicio para brindar atención especial a las personas enfermas y a quienes cuidan de ellas, tanto en los lugares destinados a su asistencia como en el seno de las familias y las comunidades. Pienso, en particular, en quienes sufren en todo el mundo los efectos de la pandemia del coronavirus”.
El comunicado señala que la relación con la persona enferma encuentra una fuente inagotable de motivación y de fuerza en la caridad de Cristo.
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“Llamamos a nuestros hermanos obispos, sacerdotes y laicos, se unan para promover las medidas de prevención para detener la expansión del covid-19, a informar con sustento científico y cristiano la utilidad de las vacunas y a promover la vacunación voluntaria e informada”.
Desde la Sección Nacional de Salud de la CEG se une a la preocupación del papa Francisco a cerca de la situación de la pandemia del covid-19 en el mundo y lanza la campaña de apoyo a la vacunación para la detener el avance de la pandemia provocada por el SARS-CoV-2.
“Yo me vacuno por mí y por ti, está en juego mi vida y la vida de los demás. La vacunación contra el covid-19 “una acción ética, papa Francisco.
“Encomendemos a María, madre de misericordia: a todas las personas enfermas, a los agentes sanitarios, a quienes se mantienen del lado de los que sufren y a todos los cristianos para que sostenga nuestra fe y nuestra esperanza, y nos ayude a cuidarnos unos a otros con amor fraterno”, resalta.
Les indica que “el Señor los bendiga por no dar la espalda a nuestros hermanos y hermanas que hoy sufren las consecuencias de esta pandemia”.
Aboga por migrantes
La Iglesia Católica también informó que a los 35 años de los históricos Acuerdos de Esquipulas, que marcaron el camino de la búsqueda de la paz de Centroamérica, y reunida en Esquipulas, Chiquimula, llevaron a cabo la misión internacional de verificación.
Se trata del Encuentro Regional de Movilidad Humana para la Justicia y Dignidad de las Personas Migrantes.
Esto con el fin de continuar este proceso y responder a la coyuntura actual de nuestras naciones, de las que el fenómeno migratorio es una de sus manifestaciones más evidentes e interpelantes.
Indica que personas delegadas de pastorales de movilidad humana y organismos de la sociedad civil de México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, se reunieron para discernir sobre los retos y necesidades que presenta la realidad migratoria en sus diversas manifestaciones.
Señalan actitud pasiva
A la luz del contexto actual en que se gestan las migraciones forzadas, agravadas por la pandemia del covid-19, y las recientes tormentas Eta y Iota, manifiestan con preocupación e indignación la actitud pasiva e indiferente de los estados de la región para crear condiciones de vida acordes con la dignidad de las personas.
Señalan que las violencias sociales, la corrupción e impunidad, la desigualdad y la pobreza, el crimen organizado y los sistemas de justicia cooptados, son situaciones que los Estados deben resolver y que en muchos casos son factores que obligan a las personas a abandonar sus países.
Ante este escenario deshumanizante, condenan categóricamente:
La constante violación de los Derechos Humanos y la persecución a los defensores de estos.
La falta de un abordaje integral y humano para las personas que se ven obligadas a migrar.
La violencia ejercida sobre migrantes que ha llegado al extremo de acabar con sus vidas. Por lo anterior, exigen el estricto cumplimiento de las normativas e instrumentos nacionales e internacionales en materia de Derechos Humanos, específicamente de los migrantes.
También exigen una respuesta regional e integral por parte de los Estados para prevenir la migración forzada y atender responsablemente los flujos migratorios y que estos hagan todos los esfuerzos necesarios para garantizar la vida e integridad de las personas.
“Hacemos un llamado a unificar esfuerzos, iglesias, religiones, sociedad civil y personas de buena voluntad para promover la justicia y dignidad de las personas en movilidad. Fieles a nuestra misión, ratificamos nuestro compromiso de acoger, proteger, promover, e integrar a las personas en cualquier situación de movilidad. Pedimos la intercesión y protección del Señor San José, migrante y refugiado, custodio y protector de la Iglesia”.