Los relatos de las personas que viven en las faldas del Volcán de Fuego sobre los problemas que deben sobrellevar
Las personas que viven en los alrededores del Volcán de Fuego tienen que sufrir de varias problemáticas como la caída de ceniza y la formación de lahares.
En Guatemala se contabilizan más de 30 volcanes, de los cuales solo cuatro se encuentran actualmente en actividad. Uno de ellos es el Volcán de Fuego, el más grande del país y de Centroamérica y el que se encuentra más cerca de la ciudad capital.
El coloso ha sido reconocido por haber estado en constante actividad volcánica en los últimos años. El último registro que se tuvo fue el pasado 4 de mayo, cuando entró en erupción durante la madrugada, lo que provocó la evacuación de las comunidades aledañas.
En ese momento, más de 1 mil 200 personas fueron evacuadas de forma preventiva y fueron trasladados a dos albergues ubicados en el municipio de Santa Lucía Cotzumalguapa.
Sin embargo, este fenómeno natural, además de poner en riesgo la vida de las personas que se encuentran en los alrededores durante la actividad volcánica, también genera graves consecuencias una vez finalizado.
Los volcanes no solo afectan a las personas cuando hacen erupción, pues quienes residen en las más de 10 comunidades que están en las faldas del Volcán de Fuego, al ocurrir este fenómeno, se ven afectados con la caída de ceniza, que cae sobre las viviendas y daña los techos, pero también en los cultivos, por lo que los pobladores aseguran que las cosechas se llegan a perder.
Silvano Sandoval, agricultor, comentó que la ceniza quema las hojas de las plantas y daña incluso el suelo, lo que causa la pérdidas de cultivos como el frijol, maíz, banano, cardamomo y cacao, “Nadie nos viene a apoyar, ni siquiera dan fertilizante y lo que tiene que hacer el agricultor, ver cómo sale por sí solo” señaló Sandoval.
Juan Carlos López, agricultor, señaló que otro de los problemas es el descenso de lahares en época de lluvia, esto porque tras varias erupciones del volcán ha venido acumulando material, y que en el momento de las precipitaciones, baja por las diferentes barrancas como lahares, lo que dificulta poder cruzar, a esto se le suman que las rutas son de terracería y reciben muy poco mantenimiento.
“Es complicado sacar a personas enfermas o a mujeres en estado de gestación, es importante contar con buenas rutas, porque, nunca se sabe cuando el volcán hará erupción violenta y sea necesario salir de emergencia y con esas rutas dañadas y las barrancas con lahares, estamos condenados a nuestra suerte”, resaltó López.
Rodolfo Aspuac, empresario, dijo que por años estas comunidades han estado en el abandono y que por lo menos sería bueno que se construyera un puente, esto en la barranca el Jute, que da acceso a más de 9 comunidades del sector.
Comunitarios también lamentan que los políticos no hagan su función, ya que solo los buscan en tiempo electoral y les ofrecen de todo, pero que ya en el puesto se olvidan de lo ofrecido.