Nahualá llora la muerte de joven bachiller que perdió la vida en incendio en Ciudad Juárez
Ante la falta de oportunidades, joven bachiller deja su natal Nahualá, Sololá, en busca del sueño americano, pero encontró la muerte en el incendio de Ciudad Juárez.
Manuel Alexander Chox Tambriz, de 22, es uno de los 19 migrantes guatemaltecos que murieron en el incendio de una sede del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, México, el 27 de marzo último. Su deceso se lamenta en el idioma quiché, la lengua natal que habla su familia en la aldea Patzité, en Nahualá, Sololá.
La familia Chox Tambriz espera la ansiada noticia después de la tragedia: la repatriación de Manuel Alexander.
Lejos de la capital guatemalteca, a unos 163 kilómetros, parientes y amigos del joven concurren en la casa de la familia para expresar su solidaridad y el pesar por su muerte.
Desde hace nueve días en esa vivienda de block se reciben las visitas. En la cocina mujeres y hombres preparan tamales de masa y caldo de res, mientras que para el refresco hay pinol. Todo sea para despedir al joven víctima.
En la pared de un corredor de la casa se exhibe la fotografía de Manuel Alexander y su madre, Catarina Tambriz, por ocasiones se para a contemplar su rostro.
El joven salió el 19 de marzo último y el 25 de ese mismo mes llamó a su madre y le confirmó que había sido detenido por agentes de Migración de México, pero que había rumores de que los dejarían salir pronto. Dos días después murió en el incendio.
El padre de Manuel Alexander está en Estados Unidos desde hace 15 años y con él se encontraría en territorio estadounidense para empezar el sueño americano.
El graduado
La familia Chox Tambriz aseguró que el joven se graduó de bachiller en computación desde hace tres años, pero nunca logró encontrar un trabajo.
Su padre desde hace 15 años envía remesas, y pese a ese apoyo aún faltaba la realización del joven, quien no vio opciones de desarrollo en Nahualá y decidió migrar.
No es el único graduado en Patzité, aldea con mil 700 habitantes, y con maestros, peritos contadores y bachilleres desempleados, o en el mejor de los casos, ganando Q50 diarios en labores de agricultura.
Las otras víctimas mortales de Nahualá son Francisco Javier Sohom Tzoc, Gaspar Josué Cuc Tzinquin y Marcos Abdon Tziquin Cuc, ellos viven en aldeas en el área de boca costa de ese municipio.