Muchos lo consideran el certificado de nacimiento de América.Y no se trata de un documento de gobierno o de una carta certificada de cuando los españoles llegaron al continente a fines del siglo XV.
Sino de un mapa hecho en 1507.
Estuvo perdido durante siglos en un castillo de Alemania y en la actualidad ocupa una sala especial de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, en Washington.
Pero ¿qué hace a este mapa único?
Es el primer documento en el que aparece el nombre ‘América‘ para referirse al “nuevo” continente “descubierto” por los españoles en 1492.
El mapa se llama Universalis cosmographia secunda Ptholemei traditionem et Americi Vespucci aliorum que lustrationes (Un dibujo de toda la Tierra siguiendo la tradición de Ptolomeo y los viajes de Américo Vespucio y otros) pero es más conocido como el mapa Waldseemüller 1507.
Martin Waldseemüeller, su autor principal, era un geógrafo, cartógrafo y clérigo alemán que, junto a Mathias Ringmann, desarrolló en una remota villa de Francia, cerca del límite con Alemania, este mapa que cuenta con 12 piezas de 45 x 60 centímetros cada una y que, ensambladas, mide 1,2 x 2,3 metros y muestra el mundo entero.
Pero, ¿por qué el creador del mapa llamó a esta tierra América?
Por Américo Vespucio, un explorador italiano naturalizado castellano que participó de dos viajes al “Nuevo Mundo”.
“Y no lo llamó en masculino ‘Américo’ porque los otros nombres de los continentes en Latín son femeninos”, le cuenta a BBC Mundo John Hessler, curador de la Colección Jay I. Kislak sobre cultura e historia de la América antigua de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.
“Los creadores del mapa inventaron la palabra ‘América’ porque en ese entonces creyeron que Américo Vespucio fue el primer europeo en llegar a las costas de lo que hoy conocemos como América del Sur“, señala Toby Lester, autor del libro The four parts of the World (Las cuatro partes del mundo) sobre el mapa Waldseemüller 1507.
“Colón llegó primero al Caribe pero cuando los creadores del mapa leyeron los primeros reportes de los descubrimientos creyeron que Vespucio fue el primero en llegar al continente. Así que le dieron el nombre como una forma de homenaje”, añade Lester en conversación con BBC Mundo.
Para el curador de la Biblioteca del Congreso, una de las posibles razones del nombre es que Ringmann tradujo los viajes de Vespucio, según las cartas que aparecen mencionadas en el libro que acompaña al mapa.
“Parece que existía una relación entre Ringmann y Vespucio y por eso llegamos al nombre de América”, dice.
El mapa cuenta con dos retratos: a la izquierda uno del cartógrafo griego Claudio Ptolomeo (90-168), un influyente geógrafo que creó un mapamundi muy completo para su época, y a la derecha, el de Vespucio.
“Eran las dos personas cuya información combinada formaban este mapa”, dice Hessel.
Otro de los datos a destacar es la presencia del océano Pacífico en el mapa de 1507, un momento en que todavía los europeos no lo habían visto.
“Es el primer mapa que incluye al nuevo mundo separado de Asia por un océano específico. El explorador español Vasco Núñez de Balboa recién descubrió el océano Pacífico en 1513”, añade Hessel.
“Sabemos que en 1507 Waldseemüller no tenía toda la información para hacer el mapa y, sin embargo, lo mostró. No se sabe en realidad si él tenía otros datos, ideas o hubo otras expediciones o información”, dice el especialista de la Biblioteca del Congreso.
El autor Lesser opina que “es muy interesante que el creador del mapa haya ubicado así al nuevo mundo, en un momento en el que muchas personas pensaban que América era alguna parte de Asia”.
Solo una copia del mapa de Waldseemüller 1507 sobrevivió.
Y lo hizo porque estaba encuadernada dentro de un libro del astrónomo de Núremberg Johannes Schöner desde el año 1517 aproximadamente.
Cuando Schöner murió en 1547, gran parte de su colección de libros fue a la biblioteca nacional de Austria.
Por alguna razón que se desconoce, este libro con el mapa terminó en un estante sin rotular de la biblioteca del castillo de la familia del príncipe Waldburg-Wolfegg en Baden-Württemberg, Alemania, y allí permaneció oculto hasta inicios del siglo XX.
“Y sobrevivió justamente por eso, porque dentro del libro permaneció en excelente conservación. El papel es de una calidad muy buena, por lo que no hubo degradación”, dice Hessel.
El mapa está hecho de papel europeo, con filigranas (marcas de agua) con dos coronas. Se utilizó una técnica de impresión con plancha de madera con tinta negra.
“Si miras de cerca al mapa puedes ver algo de rojo y líneas verdes que fueron dibujadas por Johannes Schöner”, describe Hessel.
Según Lesser, este mapa no pasó desapercibido en la época en que fue creado.
“Se estima que se imprimieron 1.000 copias y fueron distribuidas en Alemania y en otras partes de Europa y mucha gente lo vio”.
“Fue diseñado para ser colgado en las paredes de universidades y sabemos que los estudiantes hicieron bocetos de él. Fue una gran influencia para la época“, dice.
La Biblioteca del Congreso de Estados Unidos compró el mapa en 2003 y pagó US$10 millones.
“Y sigue siendo el mapa más caro comprado en una transacción“, aclara por su parte Hessel.
El curador explica que una de las condiciones en el acuerdo de compra-venta fue que el mapa esté en permanente exposición.
En la actualidad el mapa está en una sala del edificio Thomas Jefferson de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, en Washington.
Se ubica dentro de en una caja especialmente diseñada e inmerso en gas de argón (para la preservación), con muy baja luz para que el papel no se degrade y con un poco de humedad para prevenir a su vez que el papel se reseque, detalla Hessel.
En 1513, cuando Waldseemüller y sus colaboradores publicaron la nueva edición de “Geographiae” de Ptolomeo, el nombre “América” ya no estaba en sus mapas.
Tal vez, Waldseemüller tuvo dudas sobre honrar a Vespucio exclusivamente por el descubrimiento del ‘Nuevo Mundo’, señala la Biblioteca del Congreso.
En cambio, el área llamada “América” estaba denominada como Terra Incognita (Tierra desconocida).
En la “Carta Marina” de 1516, también de Waldseemüller, América del Sur se llamaba Terra Nova (Nuevo Mundo).
Sin embargo, las contribuciones cartográficas de Johannes Schöner en 1515 y de Pedro Apiano en 1520 adoptaron “América” para el hemisferio occidental y ese nombre pasó a formar parte del uso aceptado, explica la Biblioteca.