La protección del archipiélago, considerado uno de los ecosistemas más ricos de Chile, cobró notoriedad internacional con la declaración de "Hope Spot"
“Durante los últimos 50 años he explorado los ecosistemas oceánicos alrededor del mundo y lo que se puede ver en el archipiélago Humboldt es realmente extraordinario”.
Así se refirió la famosa oceanógrafa y exploradora estadounidense Sylvia Earle a las ocho islas e islotes ubicados unos 80 kilómetros al norte de la ciudad de La Serena, en Chile.
Este martes el archipiélago Humboldt fue designado “Hope spot” (“Lugar de esperanza”) para los océanos del mundo por la fundación internacional Mission Blue que dirige Earle.
El anuncio llega en la semana en que se dará a conocer el esperado dictamen del Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta sobre el proyecto minero portuario Dominga, que busca instalarse a 30 kilómetros de la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt.
Se trata de un ambicioso proyecto de extracción de concentrados de hierro y de cobre con puerto propio en la comuna de La Higuera, en la región de Coquimbo, que está valorado en US$2.500 millones.
Tras varios escándalos políticos que salpicaron al gobierno de la expresidenta Michelle Bachelet, en agosto la polémica iniciativa recibió el “no” oficial, lo que desató la actual batalla legal.
El archipiélago, considerado uno de los ecosistemas más ricos de Chile, es hogar del 80% de los ejemplares de pingüinos de Humboldt, una especie en peligro de extinción.
A estos se suman otras tantas especies marítimas, por ejemplo, ballenas azul, fin y jorobada, orcas, delfines, lobos marinos y chungungos (especie de nutrias).
Al declarar esta zona como “Hope spot” por iniciativa de “actores locales y científicos”, Mission Blue acaba de dar una vitrina internacional a quienes se oponen a Dominga.
“Existe la propuesta de desarrollar un mega puerto en el centro del archipiélago Humboldt, el que amenazaría con convertirlo en una zona de sacrificio y perjudicaría fuertemente el medioambiente marino de la zona y sus comunidades“, dice la fundación en un comunicado.
Por su parte, Aliro Zarricueta, presidente de la Federación de Pescadores Artesanales y Buzos Mariscadores de la comuna de La Higuera, asegura: “El tráfico de grandes embarcaciones generará un alto riesgo de colisiones con ballenas que transitan por este lugar, además del alto nivel de contaminación acústica que afectaría negativamente a los mamíferos marinos, peces y especies invertebradas”.
“La descarga tóxica en el agua de los motores y de las actividades portuarias generarían un alto impacto en la flora y fauna, lo que probablemente reduciría la bioproductividad de la zona, una de las más altas de Chile”, agrega en el citado comunicado.
La fundación incluso afirma que “Mission Blue y sus asociados seguirán de cerca los acontecimientos de la zona“.
Y cita a Earle diciendo: “Nos sentimos honrados de declarar el archipiélago de Humboldt como un Hope spot de Mission Blue y ayudar a visibilizar un punto internacional de conservación”.
La empresa responsable de Dominga, Andes Iron, asegura que este será el “mejor proyecto minero del mundo” e inyectará dinero en una zona económicamente deprimida y que prevé una serie de medidas para mitigar daños ecológicos.
La iniciativa prevé producir 12 millones de toneladas anuales de hierro y 150.000 de cobre durante 26 años y medio.
Su construcción, de acuerdo con la compañía, empleará a 10.000 personas y, una vez en marcha, el complejo creará 1.450 puestos de trabajo directos y unos 2,5 indirectos por cada uno de estos.
La firma aspira a beneficiarse principalmente del boom del acero, cuya producción creció un 31,5% desde 2009 hasta alcanzar el año pasado las 1.628 millones de toneladas, según datos de la Asociación Mundial del Acero.
Ahora, las miradas están puestas en el Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta que el 23 de marzo anunció que la sentencia sobre el caso Dominga “estará lista antes de la segunda semana de abril”.