Redacción / BBC News Mundo
Pocos días después de la pionera sentencia contra Monsanto por el uso de glifosato en su herbicida Roundup, llegan nuevas noticias sobre la presencia de este componente químico en nuestra vida cotidiana.
Según el Grupo de Trabajo Medioambiental estadounidense (EWG, por sus siglas en inglés), populares marcas de cereales y barritas de avena contienen excesivos niveles de glifosato, una sustancia que para organismos como la Organización Mundial de la Salud y el estado de California es “carcinógena”.
Este hallazgo se produce una semana después de que un jurado de San Francisco, California, le otorgara US$289 millones de indemnización al guarda de una escuela que reclamó que el herbicida Roundup de Monsanto le produjo un linfoma.
Este caso fue el primero de los miles presentados contra Monsanto por campesinos y otras personas que aseguran que desarrollaron cáncer a causa de estar expuestos a Roundup por años.
Las pruebas del EWG encontraron glifosato, el ingrediente activo del Roundup, en todas excepto dos de las 45 muestras de productos hechos con avena convencionalmente cultivada.
Más de dos tercios de las muestras tenían niveles de glifosato más altos de la tasa que los científicos del EWG consideran adecuados para proteger la salud de los niños.
“Quisimos medir los problemas de contaminación en productos populares que niños y adultos comen todos los días”, le dice a BBC Mundo Alexis Temkin, toxicóloga y autora del informe del EWG.
“El glifosato conlleva un riesgo elevado de cáncer y también sabemos que los niños son más vulnerables a los efectos de químicos tóxicos”, añade.
“De verdad creemos que un producto como el glifosato no debería estar presente en la comida de los niños, especialmente en alimentos que se consideran saludables para su nutrición”.
Los alimentos que se producen a partir de avena son una fuente saludable de fibra y nutrientes para niños y adultos, y su consumo está relacionado con beneficios para la salud como reducción del colesterol y un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Ahora, los hallazgos del EWG revelan la posibilidad de que millones de niños estadounidenses estén expuestos a un componente sospechoso de ser carcinógeno en un momento en que sus cuerpos se están desarrollando rápidamente.
“Es muy preocupante que cereales que les gustan a los niños contengan glifosato“, señala Temkin.
“Los padres no tendrían que preocuparse de que al darles a los niños alimentos sanos con avena los va a exponer a un elemento químico vinculado con el cáncer. El gobierno debe adoptar medidas para proteger a nuestra población más vulnerable”, subraya la experta.
El glifosato puede llegar a la avena orgánica por llegar de campos agrícolas cercanos, contaminación cruzada en una instalación de procesamiento que también maneje alimentos no orgánicos.
No todos coinciden en que el glifosato produzca cáncer.
La empresa Bayer se pronunció inmediatamente después de conocerse la sentencia de California para insistir en que es un producto seguro y organismos oficiales como la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidois, la EPA, también ponen en duda la asociación entre el componente químico y la enfermedad.
“Nosotros nos basamos en conclusiones de agencias oficiales de California y de la Organización Mundial de la Salud para alertar de los riesgos de este elemento”, responde Temkin en declaraciones a BBC Mundo.
En el estudio del EWG se mencionan nombres tan conocidos como Kellogg’s, Quaker y General Mills, productora de los cereales Cheerios.
Las reacciones de las marcas señaladas no tardaron en producirse.
Una portavoz de General Mills declaró: “Nuestros productos son seguros y sin duda cumplen los niveles de seguridad normativos. La EPA ha investigado este tema y ha establecido reglas que seguimos, como lo hacen los agricultores que cultivan productos como trigo y avena”.
Desde Kellogg’s, un portavoz afirmó: “Nuestra comida es segura. Suministrar alimentos seguros de alta calidad es una de las maneras como nos ganamos la confianza de millones de personas de todo el mundo”.
“La EPA establece estándares estrictos de niveles seguros para estos residuos agrícolas y los ingredientes que compramos a los proveedores para nuestros alimentos encajan en estos límites”.
Y un vocero de Quaker defendió que “Quaker Oats continúa rigiéndose con orgullo por estándares de seguridad y calidad de nuestros productos Quaker”.
Sin embargo, para el presidente del EWG, Ken Cook, guiarse por los estándares de la EPA no es lo más recomendable, pues considera que están anticuados.
“Nuestra visión es que los estándares del gobierno establecidos por la EPA suponen un riesgo real para la salud de los estadounidenses, en particular los niños, que son más sensibles a los efectos de químicos tóxicos que los adultos”, dijo Cook.
Además de exigirle a la EPA que cambie sus directrices, el EWG les pide a los consumidores que les reclamen a las empresas que eliminen el glifosato de sus productos.
“También les decimos a los consumidores que busquen productos de avena orgánicos, que existen y son mucho más saludables”, concluye Alexis Temkin.