Puede ser bastante desesperante presenciar el ataque de tos de un bebé.
La sensación de los padres muchas veces es de impotencia y agotamiento después de una noche marcada por ataques de tos constante. ¿Qué hacer en estas situaciones? ¿Hay estrategias eficaces comprobabas para aliviar la tos?
En los casos más graves, no hay duda: hay que llevar al niño al médico o a un servicio de emergencia.
Algunas señales de alerta que indican la necesidad de una consulta profesional inmediata son la dificultad de respirar en los momentos en que el bebé está tosiendo, la piel azulada alrededor de la boca, la persistencia de fiebre alta y el abatimiento.
En la mayoría de los casos, la causa no es preocupante: se trata de un resfriado común, resultado de infecciones virales.
Según la pediatra Sônia Chiba, presidenta del Departamento Científico de Neumología de la Sociedad de Pediatría de São Paulo, la mayoría de los resfriados no requiere ninguna medicación.
Se trata de una enfermedad autolimitada que dura de cinco a siete días, independientemente del uso de remedios.
Si el niño tiene períodos de tos intensa y fiebre pero la mayor parte del tiempo está bien, sonríe, salta y no deja de beber líquidos, entonces probablemente sea un resfriado común.
Si bien no es grave, un resfriado puede ser bastante molesto para los pequeños, principalmente a causa de los accesos de tos.
Desafortunadamente, no hay una medicación de eficacia comprobada que pueda aliviar la tos en los bebés provocada por los resfriados.
Hay productos que dicen proporcionar alivio. Pero, según una revisión publicada en 2014 por la ONG Colaboración Cochrane, especializada en revisar estudios médicos, no hay evidencia científica suficiente para justificar el uso de remedios populares como los siropes para calmar la tos tanto en niños como en adultos.
Para los padres que están viendo cómo sufre su hijo con los síntomas de un resfriado puede ser difícil aceptar que lo mejor es esperar que la enfermedad siga su curso natural y evitar el uso de medicamentos.
Sin embargo, en algunos países la mentalidad está cambiando en ese sentido, señala el pediatra Dennis Scolnik, especialista en urgencias pediátricas de la Universidad de Toronto (Canadá).
“Dejamos de usar medicamentos para el resfriado en muchos países porque nada resultó ser efectivo para tratar una tos viral”, dice Scolnik.
Un niño con resfriado precisará medicamentos solo en caso de que sea necesario reducir la fiebre, explica el pediatra.
Otros medicamentos tienen riesgos de generar efectos colaterales ¿y para qué correr ese riesgo cuando se sabe que no funcionan?
“En Canadá, en los últimos ocho o diez años, las personas han ido aceptando que eso es mucho mejor. Incluso se dan cuenta de cuándo no hace falta ir al médico”, dice el pediatra.
“Pero yo trabajé en otros lugares donde los padres amenazan prácticamente con denunciar al pediatra si este no receta un medicamento. Ellos quieren que les den un antibiótico inmediatamente”.
Scolnik dice que, en muchas situaciones, es más difícil para el médico perder cinco minutos educando a los padres que 30 segundos escribiendo una receta.
La pediatra Sônia Chiba cree este cambio de mentalidad debe empezarse a enseñar en las escuelas de medicina y luego trasladarse a la sociedad.
Ya que no existen remedios eficaces para tratar la tos vinculada al resfriado, ¿qué recomiendan que los médicos para los bebés con ese síntoma?
De acuerdo a Fátima Rodrigues Fernandes, pediatra y alergóloga del Hospital Infantil Sabará, en São Paulo, es importante garantizar la hidratación del bebé ofreciéndole líquidos constantemente.
En el caso de bebés de menos de 6 meses que solo se alimentan de leche, puede ser beneficioso aumentar la cantidad que se le da durante ese período.
Además de eso, Fernandes recomienda que los padres utilicen solución salina en las fosas nasales del bebé.
Según la pediatra, dentro de la nariz hay pequeñas pestañas donde se acumulan partículas nocivas. Por medio de movimientos, estas pestañas empujan estas partículas hacia fuera.
Cuando el interior de la nariz está seco, estas pestañas no logran hacer la limpieza de forma adecuada, por ello es importante mantener la región hidratada.
Existen también otras estrategias adoptadas popularmente para tratar de aliviar la tos del resfriado en los bebés, como la inhalación de suero fisiológico, el uso de un humidificador en el cuarto o la ingesta de miel antes de dormir.
Sin embargo, no todas estas recomendaciones cuentan con el aval de los especialistas.
La inhalación de suero fisiológico, según Fernandes, puede ayudar a la hidratación de la mucosa respiratoria y no presenta ningún riesgo. Pero el efecto es el mismo de poner algunas gotas de suero fisiológico en las fosas nasales.
Otro estudio de Colaboración Cochrane de 2017 concluye que la inhalación de aire humidificado y caliente no reporta “beneficios ni daños” para los pacientes con un resfriado común.
Si bien el humidificador de aire puede ser útil para la hidratación de las vías respiratorias, también puede ser peligroso, dice Fernandes.
“El exceso de humedad es perjudicial sobre todo para las familias de alérgicos, porque propicia la proliferación de ácaros y de moho”, dice la especialista.
A pesar de la creciente popularidad en el uso de humidificadores en las habitaciones de los niños que sufren de tos, no existen estudios clínicos adecuados para evaluar la eficacia de ese método.
En cuanto al uso de miel, es importante recordar que los niños de menos de 1 año no deben consumir miel por el riesgo de botulismo, una enfermedad neurológica provocada por la toxina producida por la bacteria Clostridium botulinum.
Para los niños de más de un año, una revisión de estudios publicada en 2018 muestra que los que recibieron miel tuvieron, de hecho, una leve mejoría en la duración de la tos en comparación con los niños que recibieron placebo o que no habían recibido ningún tratamiento.
Otra investigación de la Universidad Estatal de Pensilvania (Estados Unidos) avaló el efecto del néctar de agave, un producto con propiedades similares a la miel, para tratar la tos aguda en bebés de 2 meses a 3 años.
La conclusión fue que esa sustancia promueve una leve mejoría del síntoma. Sin embargo, el efecto fue similar al observado con placebo. En conclusión, los autores del estudio recomiendan que los padres y los pediatras evalúen el costo-beneficio de esta alternativa.
De acuerdo con la pediatra Sônia Chiba, cuando no hay contraindicaciones, algunas de estas estrategias pueden ayudar a los padres a sentirse menos ansiosos, lo cual puede a su vez contribuir al bienestar del niño.
En términos de prevención, la recomendación general de los pediatras es mantener las vacunas al día, lavarle las manos con frecuencias y evitar grandes aglomeraciones.
El resfriado común es uno de los principales responsables de la tos en los niños, pero puede ser el síntoma de otras enfermedades.
El asma, que provoca tos seca, silbidos en el pecho y dificultad para respirar, puede desencadenarse por factores como el frío, el polvo, la exposición al humo y el resfriado.
La bronquiolitis, causada por el virus sincitial respiratorio (VSR), causa tos sibilante y es común en niños menores de dos años.
La laringitis causa la llamada “tos de perro”. También es una enfermedad viral común en otoño e invierno.
Otra posible causa de tos en los bebés es el reflujo gastroesofágico, que se produce cuando el material ácido del reflujo irrita las terminaciones nerviosas de los bronquios, provocando un cuadro de tos crónica.
La tos puede ser también el resultado de alergias o por la aspiración de un cuerpo extraño.
Cada uno de estos problemas deber ser tratado por un médico.
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