Ellie Long era una inglesa de 15 años que quería ser médico, pero tras dos años de depresión luchando contra la anorexia, acabó suicidándose en su habitación pocos días antes de la Navidad de 2017.
Un año después, una corte del condado de Norfolk, en Inglaterra, investiga si las autoridades respondieron de manera adecuada en su caso.
Ellie tenía un “historial de dos años de depresión” e incluso en una ocasión llegó a redactar una carta de despedida, según se dijo en una audiencia reciente.
Estaba siendo tratada con el antidepresivo Prozac.
Su familia siente que “todos” a quienes pidieron ayuda antes de la muerte de la joven les “fallaron”.
La doctora especializada en salud mental Keran Chitari, que atendía a Ellie, aseguró ante la corte que en esa época los servicios de salud se habían “reducido”.
La madre de Ellie, Nicki Long, aseguró que, después de perder peso, su hija empezó a tener problemas para dormir y que estos luego derivaron en pensamientos suicidas.
El médico de familia de Ellie la envió al servicio de desórdenes alimenticios, donde fue vista por un dietista y un psiquiatra.
Pero a la adolescente las charlas sobre comida le resultaban “condescendientes”, así que dejó de asistir a sus citas, según contó su madre.
La reacción de los servicios médicos fue duplicar la dosis de Prozac que Ellie recibía, se dijo en la corte.
Long cree que su hija “pedía ayuda a gritos pero esta no se le ofreció“.
Después de una estancia de nueve días en el hospital, la familia de Ellie temía por su integridad. La joven llegó a decir que prefería suicidarse antes que comer, alegando que “todos estarían mejor sin mí”.
Long narró lo sucedido el 9 de diciembre, cuando llamó a una ambulancia pero le respondieron que llevara a su hija a un centro de emergencia para situaciones que no fueran de gravedad en vez de a un hospital.
La mujer también llamó a la policía con la esperanza de que Ellie fuera internada, pero los agentes le dieron en cambio un número de teléfono de los servicios sociales atendido por una máquina contestadora.
Al día siguiente, Long encontró a Ellie colgando en su habitación. La adolescente falleció dos días después en el hospital de la Universidad de Norwich.
La doctora Chitari declaró en la corte que no conocía el historial de riesgo suicida de Ellie.
“Nunca se completó un plan de cuidados y no había un plan de crisis”, afirmó.
“Seis personas estaban intentando hacer el trabajo de 20. El servicio se había reducido pero estábamos tratando de ofrecer el mejor cuidado posible”.
La investigación aún está en marcha.