Hay una nueva palabra tecnológica de moda: eSIM. Pero, ¿qué significa? ¿Hará que nuestros smartphones funcionen mejor? Y, lo más importante, ¿nos saldrán todavía más caros?
Apple acaba de lanzar su nuevo iPhone XS con esa nueva tecnología, y muchos consumidores se preguntan qué hace a una tarjeta eSIM diferente de las “viejas” SIM que hemos estado usando en nuestros celulares todo este tiempo.
¿Qué puede hacer realmente una eSIM por ti y por tu teléfono? Te contamos todo lo que necesitas saber:
Una eSIM es una tarjeta SIM electrónica, y esa pequeña “e” significa”embedded”, que en español podría traducirse como “integrada” o “incrustada“.
Hasta ahora, nos hemos acostumbrado a ver esas pequeñas SIM de plástico en nuestros teléfonos, pero con la eSIM no habrá una tarjeta como tal.
Las eSIM son pequeños chips que están incrustados dentro de tu smartphone y no se pueden eliminar.
Pero para que la eSIM funcione necesita una red u operador que la admita y habilite. Así que si estás pensando en comprar un nuevo iPhone XS (o XS Max), necesitarás elegir una red compatible.
Con una eSIM no necesitas abrir la bandeja de la tarjeta SIM y desplazar una diminuta pieza de plástico cada vez que quieras usar un número de teléfono diferente en un dispositivo.
Una eSIM te permite tener dos números en una sola tarjeta: por ejemplo, puedes usar uno para el trabajo y otro para llamadas personales. Pero no puedes usar los dos al mismo tiempo.
Puedes incluso tener planes de voz y datos totalmente independientes.
O, si lo necesitas, puedes agregar una SIM con itinerancia de datos (roaming) para usarla en otro país.
Las eSIMs ya se han visto antes: los Samsung Gear S2 3G las usaron en 2016.
Y el Apple Watch 3 ya aprovechó todas sus ventajas: el hecho de que las eSIMs sean tan pequeñas (mucho más que una Nano SIM) las hace ideales para dispositivos ultracompactos como los relojes inteligentes.
Los teléfonos inteligentes de Google Pixel 2 también llevaban una eSIM, pero no todas las operadoras del mundo las admiten.
Esta tecnología no consiste simplemente en facilitar el cambio de redes o en pasar rápidamente del número personal al del trabajo sin tener que cambiar de tarjeta físicamente.
La gran ventaja de una eSIM -además de su tamaño reducido- es que es reescribible. Tan solo necesitas el software adecuado.
Así que podrías cambiar de operador, rápida y fácilmente, con una simple llamada telefónica. No necesitas esperar a que reemplacen tu tarjeta SIM.
También es muy sencillo conectar varios dispositivos con una eSIM a una cuenta móvil.
Todos los nuevos iPhones XS y XS Max serán vendidos con una ranura para la tarjeta SIM. Así que no tienes que usar la nueva eSIM si no quieres, o si no puedes…
La nueva eSIM está respaldada por la GSMA, el sistema global para las comunicaciones móviles, una asociación de redes móviles alrededor del mundo. Así que, en teoría, debería usarse en todo el planeta.
Pero en la práctica esta nueva tecnología todavía no ha sido adoptada y solo una decena de países ofrecen soporte a la eSIM: Austria, Canadá, Croacia, República Checa, Alemania, Hungría, India, España, Reino Unido y Estados Unidos (aunque no todas las redes de telefonía):
Si vives fuera de uno de estos 10 países necesitarías una ranura para una SIM convencional.
En China, hay una modificación especial en los nuevos iPhones XS y XS Max, que contienen un espacio para dos tarjetas SIM.
Toda la nueva tecnología viene con pros y contras.
“Los únicos beneficios reales que observo son que no tienes que complicarte con una nueva SIM si cambias de operador y las líneas duales, lo cual puede ser útil”, le dice a la BBC la emprendedora y activista tecnológica Belinda Parmar.
Eso podría ser muy conveniente… y los operadores y fabricantes también puede sacarle provecho fácilmente, añade, pero ¿quién está pensando realmente en los beneficios para el cliente?”
Parmar ha sido una evangelista tecnológica toda su vida, pero hoy día tiene una nueva preocupación: crear conciencia sobre los peligros de la adicción a la tecnología, sobre todo entre adolescentes (#TheTruthAboutTech).
Los fabricantes de tecnología están haciendo que sus productos sean más fáciles de consumir, pero ¿están asumiendo la responsabilidad que les corresponde?
“Necesitamos que Apple y otros gigantes de Silicon Valley se enfoquen en cómo regular el uso de la tecnología para que podamos vivir una vida más resiliente, digitalmente hablando”, señala Parmar, “en lugar de darnos nuevas maneras de pasar más tiempo en nuestros celulares“.