Vive en Nueva York, compra en Amazon, trabaja en una agencia de publicidad, gana más de US$100.00 al año.
Hija de inmigrantes ecuatorianos, Karol Chang es una hispana-estadounidense que nació a fines de la década de los 80 en Brooklyn.
Hoy está casada, tiene una hija de dos años, arrienda su casa, pero planea comprar. Tiene un iPhone, va al gimnasio, le encanta usar Instagram y vota demócrata en las elecciones.
Forma parte de los “Hispennials”, un término que se usa para hablar de los Hispano-millennials de entre 20 y 37 años, que están en la mira de las empresas.
“Su influencia en la economía de Estados Unidos está creciendo rápidamente”, le dice a BBC Mundo Mark López, director de Migración Global y Demografía del Pew Research Center en Washington DC.
Son cerca de 15 millones de personas que tienen mayor poder adquisitivo que sus padres, lideran el aumento en el ingreso a las universidades, han irrumpido con fuerza en el mercado laboral y tienen ganas de emprender.
“Creen más en el sueño americano que el resto de los estadounidenses, en el sentido del valor del trabajo duro y la movilidad social entre generaciones”, explica López.
El mercado tiene claro que los jóvenes latinos son una pieza clave del juego.
En el sector inmobiliario, por ejemplo, son un grupo fundamental porque compran más propiedades que el resto de los jóvenes que prefieren arrendar.
Según la Asociación Nacional de Profesionales Hispanos del Sector Inmobiliario (NHREP, por sus siglas en inglés), la mitad del crecimiento en la adquisición de viviendas en los últimos seis años está liderado por jóvenes latinos.
Eso se relaciona con que “una gran parte de la población hispana considera que la familia es una prioridad”, le dice a BBC Mundo Gary Acosta, director ejecutivo de NHREP.
No es extraño si consideramos que los jóvenes latinos se casan más, a más temprana edad, y se divorcian menos.
“Los Hispennials impulsarán el crecimiento económico de Estados Unidos”, comenta Patty Arvielo, fundadora y presidenta de empresa de crédito hipotecario New American Funding.
Como se casan en promedio entre los 25 y los 27 y tienen más hijos, su nivel da gasto se acelera.
“Llegan a la adultez a una edad más temprana que el resto de la población”, dice Julie Julie Diaz-Asper, socia fundadora de la consultora Social Lens Research, en conversación con BBC Mundo.
La investigadora apunta que así como como tienen un mayor nivel educacional, de ingresos y de consumo que sus padres, son también más emprendedores en la creación de negocios.
“Tienen el poder de transformar la economía del país“, agrega Diaz-Asper
Y las empresas están desplegando estrategias para llegar a este mercado emergente, considerando que 6 de cada 10 latinos tienen menos de 35 años.
Son, además, importantes influencers en las redes sociales, algo que los hace muy atractivos para las marcas.
Un ejemplo es Chelsea Sánchez, quien a sus 27 años es una nativa digital que suele ser activa en redes sociales, consume mucha televisión -vía Netflix y Hulu- trabaja desde casa, compra por Amazon y vive con su novio en Washington DC .
A diferencia del típico Hispennial al que apuntan las compañías inmobiliarias, ella no tiene entre sus planes inmediatos casarse o comprar una casa.
Sin embargo, es parte de la corriente de jóvenes latinos que se educaron en la universidad y quieren crecer profesionalmente.
Los hispennials consumen y producen más contenidos digitales que otros jóvenes de la misma generación que no son hispanos.
Muchos son padres de familia, ocupan cargos intermedios en las organizaciones y tienen un impulso empresarial más grande que el resto de la población, según Víctor Paredes, director de Estrategia de la agencia Wing.
“Ellos tienen un gran impacto en la economía, pero al mismo tiempo han adquirido más influencia cultural y política“, destaca Paredes.
Y a todo eso hay que sumar que la comunidad hispana se expande más que el resto de la población.
“Los latinos agregan un millón de personas cada año“, comenta Paredes, algo que los transforma en el grupo que más crece en el país, medido por cantidad de individuos.
Y además del aumento poblacional, su influencia económica se refleja en el incremento de su poder adquisitivo, que según el Pew Research Center, es de US$1.7 billones al año.
Así las cosas, mientras la fuerza laboral de Estados Unidos envejece, los Hispennials se preparan para ocupar las nuevas oportunidades laborales.