Redacción / BBC News Mundo
Un nuevo huracán pone al sur de Estados Unidos en alerta.
Michael, una tormenta que antes de convertirse en huracán dejó más de una decena de muertos en Centroamérica, avanza hacia el norte por el golfo de México.
El sureste de Alabama y el noroeste de Florida declararon el estado de emergencia ante la llegada del ciclón de categoría 2 y vientos de 155 km/h.
Mientras las lluvias azotaban los cayos al sur de la Florida, en el noroeste de ese estado crecían las filas en las gasolineras y los supermercados, y los atascos en las autopistas, debido a las decenas de miles de personas que están evacuando la región.
En septiembre, el huracán Florence tocó tierra también en el sudeste estadounidense e inundó grandes porciones de las Carolinas, donde dejó una veintena de muertos.
Loa realidad es que las tormentas tropicales y los huracanes son una amenaza cíclica para los estados de la costa este estadounidense y del golfo de México.
De acuerdo con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU., más de 295 de los huracanes que se originaron en el Atlántico norte desde que se tienen registros impactaron en a lo largo de las costas de EE.UU.
Esto convierte a ese país en el lugar del mundo donde se han registrado más impactos de huracanes en la historia, seguido por China y Filipinas.
Pero ¿por qué los huracanes apuntan a menudo hacia Estados Unidos?
Una de las razones es la extensión territorial de Estados Unidos.
Al ocupar una vasta zona en el este del Atlántico y el golfo de México -las regiones por las que se mueven generalmente los huracanes- sus costas son propicias para recibir los embates de estas tormentas.
Map of September continental US #hurricane landfalls since 1851. Historically, ~40% of all continental US hurricane landfalls have occurred during September. pic.twitter.com/rIagaQGAIi
— Philip Klotzbach (@philklotzbach) September 1, 2018
Es, de hecho, el país con más territorio costero en las zonas de actividad de los huracanes.
Sin embargo, esto no explica por qué los huracanes a menudo se mueven en una trayectoria que se orienta hacia la región continental de Estados Unidos.
Los huracanes no se mueven por sí solos: se desplazan por la fuerza de los vientos globales, generalmente, los alisios, que soplan en el trópico de este a oeste.
Esto conlleva que estas tormentas en el Atlántico norte se desplacen desde la costa oeste de África, donde generalmente se forman, hacia el Caribe y Norteamérica, lo que vuelve a Estados Unidos, por su extensión, en una zona proclive a recibir estas tormentas.
Sin embargo, la intensidad de estos vientos no siempre es constante y esto puede hacer que el ciclón haga un cambio en su trayectoria y que no afecte ninguna zona poblada o que se desvíe de su curso.
¿Por qué?
3-Hay una cuña de altas presiones que determina su movimiento
Existe un eje de alta presión que determina el desplazamiento de los huracanes: la llamada cuña subtropical, que se extiende desde el este hasta el oeste del Atlántico.
Hacia el sur de la cuña, predominan generalmente los vientos del este. Sin embargo, si esta zona de altas presiones es débil (debido a una vaguada en la corriente de chorro) el ciclón puede girar hacia el norte y luego recurvar de vuelta hacia el este.
Los que se forman, por ejemplo, en el este del golfo de México, como Michael, también tienden a subir hacia el norte.
Pero ¿por qué ocurre este giro que ubica nuevamente a Estados Unidos en su zona de trayectoria?
4-La rotación de la tierra influye en ellos
Después de que un huracán cruza el Atlántico y llega hasta un continente, los vientos alisios y la influencia de la cuña de altas presiones se debilitan.
Aquí es donde comienza a jugar un mayor rol el llamado efecto de Coriolis, el mismo que conlleva a que estas tormentas se muevan en contra de las manecillas del reloj en el hemisferio norte.
Este fenómeno, debido a la rotación de la Tierra, hace que los huracanes tiendan a moverse hacia el norte, como lo hace ahora Michael.
Es este movimiento el que hace que los huracanes cumplan su principal cometido en el clima del planeta: trasladar la energía de la Tierra desde el Ecuador hacia los polos.