Redacción / BBC News Mundo
Viajó hace una semana a China, su país natal, y se le perdió la pista.
Francia inició una investigación por la desaparición del presidente de la Interpol, Hongwei Meng, en paradero desconocido desde que partió del país galo el pasado 29 de septiembre.
Su familia no puede contactar con él desde que salió de la sede central de la organización internacional de policía criminal en la ciudad de Lyon con destino a China.
En un comunicado, Interpol declaró estar al corriente de la “supuesta desaparición” de Meng, pero dejó el asunto en manos de las autoridades francesas y chinas.
“No desapareció en Francia”, dijo una fuente cercana a la investigación a la agencia AFP sobre Meng, quien antes de asumir su cargo en Interpol fue viceministro de la Seguridad Pública china y es un alto funcionario del Partido Comunista del país.
La investigación de la policía francesa se inició después de que la esposa de Meng, quien vive en Lyon junto a sus hijos, acudiera a las autoridades para denunciar que desconoce su paradero desde el día 29.
El diario South China Morning Post citó a una fuente que asegura que Meng, de 64 años, fue detenido en cuanto llegó a China para ser interrogado por las autoridades responsables de la vigilancia de la disciplina del Partido Comunista.
El periódico con sede en Hong Kong agregó que no está claro el motivo por el que está siendo investigado ni dónde permanece retenido.
Por otro lado, el diario francés Le Monde habla de una detención temporal en régimen de incomunicación “en el marco de un ajuste de cuentas internas en el poder chino”.
El gobierno del gigante asiático, por su parte, no ha hecho declaraciones sobre este tema.
Análisis de la editora de BBC Asia, Celia Hatton
La desaparición de Meng Hongwei parece encajar con una práctica ya común entre los altos funcionarios del Partido Comunista de China.
El funcionario en cuestión es retirado repentinamente del ojo público y se genera una alarma, generalmente por parte de la población, acerca de que la persona está “desaparecida”.
Finalmente, el partido declara que el funcionario está “bajo investigación”, el funcionario es expulsado del partido por “infracciones disciplinarias” y, finalmente, se anuncia una sentencia de prisión.
Desde que Xi Jinping llegó al poder en 2012, más de un millón de funcionarios del partido fueron castigados de alguna manera.
El caso de Meng es reseñable por varios motivos. Primero, su esposa contactó con las autoridades francesas solo después de que su marido estuviera desaparecido por unos días.
Los familiares de los miembros del partido desaparecidos rara vez, si acaso, contactan con autoridades extranjeras por temor a enfrentar un castigo mayor.
¿Lo hizo su esposa porque sintió que ya no había otra opción? Además, en su momento, China valoró la elevada posición de Meng en la Interpol.
Si realmente ha desaparecido dentro del aparato estatal chino, ¿a quién hizo enojar o qué pudo haber hecho para que Pekín perdiera voluntaria y públicamente el puesto más importante en Interpol?
A través de una breve nota, la Interpol declaró estar al corriente de las noticias sobre la “supuesta desaparición” de Meng.
“Esto es un asunto de las autoridades competentes tanto en Francia como en China”, dijo.
Además de agregar que no harían más comentarios al respecto, la organización recordó que es el secretario general Jürgen Stock —de visita oficial en Chile durante esta semana— y no el presidente quien es el responsable del funcionamiento en el día a día de la Interpol.
Director General, Héctor Espinosa y el Secretario General de @INTERPOL_HQ, Jürgen Stock, llegan hasta el Palacio de La Moneda para sostener encuentro con el Ministro del Interior y Seguridad Pública, @andreschadwickp pic.twitter.com/gqyrmHpyfN
— PDI Chile (@PDI_CHILE) October 5, 2018
Interpol puede emitir un aviso rojo, una alerta internacional, para buscar a una persona. Sin embargo, no puede mandar agentes a países para detener personas ni emitir órdenes de arresto.
Como presidente, Meng lidera el Comité Ejecutivo de la Interpol, que proporciona orientación general y dirección al organismo.
Asumió el puesto a finales de 2016 y está previsto que los mantenga hasta el año 2020.
Tras su nombramiento, y debido a sus cargos pasados en el ejecutivo chino, grupos de derechos humanos expresaron su preocupación porque consideraron que su elección podría ayudar a China a perseguir a los disidentes políticos huidos del país.
Meng respondió entonces que estaba dispuesto a hacer “todo lo que pudiera por la causa de la policía en el mundo”.
Según Interpol, Meng acumula 40 años de experiencia en justicia penal y vigilancia policial en China, especialmente en los campos de las drogas, la lucha contra el terrorismo y el control de fronteras.