La mielitis flácida aguda surge repentinamente y afecta el sistema nervioso, en particular la médula espinal.
Las autoridades sanitarias en Estados Unidos están preocupadas por el continuo aumento de una rara enfermedad, parecida a la polio, que afecta principalmente a niños en todo el país.
Es la mielitis flácida aguda (MFA), un trastorno que surge repentinamente y que afecta el sistema nervioso, en particular la médula espinal.
La enfermedad causa debilidad en brazos y piernas y puede provocar, en algunos casos, parálisis.
Desde agosto de 2014, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de ese país han visto un creciente número de personas afectadas con el trastorno en todos los estados y aún no se logra confirmar la causa de ésta.
“Los CDC han estado investigando de manera activa estos casos y continuamos recibiendo información acerca de casos de pacientes que están siendo investigados por mielitis flácida aguda”, dice un boletín de los CDC publicado la semana pasada.
Las notificaciones de la enfermedad comenzaron a incrementarse en agosto de este año, con 219 casos.
Y de éstos se han confirmado 80 casos de MFA en 25 estados del país.
El mismo incremento se registró en esta misma época del año, de agosto a diciembre, en 2016 y en 2014.
Se piensa que la causa puede ser un virus que pertenece a la misma familia del poliovirus, el virus que causa la poliomielitis, y que sólo provoca síntomas serios en un porcentaje pequeño de personas.
Pero, ¿por qué los casos de la enfermedad se presentan con más fuerza cada dos años y no anualmente?
“Una razón puede ser debido a la causa subyacente de la mielitis flácida aguda, que sospechamos es un virus, y los virus circulan en diferentes épocas del año”, le dice a la BBC la doctora Owen Murphy, neuróloga de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
“Hay cierta evidencia de que el virus que podría estar implicado en la MFA depende de ciertos factores ambientales como la humedad y la temperatura y eso puede explicar por qué el virus se incrementa en esta época del año”, agrega.
Los científicos, sin embargo, no saben por qué este incremento se presenta cada dos años y no cada año como la mayoría de las enfermedades estacionales.
Tal como explica la neuróloga Owen Murphy, también se han presentado brotes en otras partes del mundo.
“El primer gran brote fue reconocido en el 2014 y ese año ocurrieron más de 140 casos en Estados Unidos”.
“Y entre 2014 y hoy, también ha habido brotes reconocidos en Europa: en Noruega, Alemania, Italia y Reino Unido. Y también se ha presentado la enfermedad en Japón, Australia y Argentina, entre otros”.
“Es un trastorno que ha afectado a varios países en el mundo en los últimos años”.
A pesar de esto, la MFA sigue siendo rara. Se presenta en menos de un caso por cada millón de personas.
Sin embargo, el trastorno es grave y se ha visto que en casos severos ha dejado a niños con parálisis permanente.
Lo que preocupa a las autoridades es que no se ha podido confirmar cuál es la causa y cómo se puede proteger una persona para no contraerla.
“La severidad de la enfermedad es lo que determina el desenlace a largo plazo”, explica la doctora Murphy.
“Es decir, los niños que presentan síntomas más leves tienen una mejor posibilidad de recuperarse mejor. Aquéllos que están más gravemente afectados tienen menos posibilidad de recuperación”.
“En términos de tratamiento, desafortunadamente por ahora no tenemos evidencia de que algún tratamiento en particular en la etapa aguda de la enfermedad tenga un impacto en ésta”, afirma la experta.
Actualmente se están investigando varios tratamientos, incluidos antivirales y terapias que actúan sobre el sistema inmune, como esteroides e inmunoglobulina.
Pero hasta ahora, debido a lo raro del trastorno, no se ha podido obtener evidencia de que alguno de estos tratamientos tenga algún impacto en los niños afectados.
“Lo que sí hemos visto es que más de 75% de los niños afectados con MFA tendrán alguna debilidad o discapacidad a largo plazo como resultado de la enfermedad”, afirma la neuróloga de la Universidad Johns Hopkins.
Mientras se conoce la causa y la forma de tratar la enfermedad, los CDC están urgiendo a los padres a que busquen atención médica inmediatamente si sus hijos -o los propios adultos- presentan alguno de los síntomas de la MFA.
Estos incluyen:
Fuente: CDC